Una banda de matones siembra el terror entre los campesinos chinos

Al menos seis vecinos fallecieron y un centenar resultaron heridos en el ataque llevado a cabo el pasado fin de semana por cerca de 300 matones en el pueblo de Shengyou, en la provincia norteña de Hebei, según ha informado la prensa local. Los atacantes utilizaron rifles de caza, cuchillos y tubos a los que habían sacado punta, entre otras armas. Según algunas fuentes, el número de muertos se eleva a 10.

Una horda de jóvenes vestidos con trajes de camuflaje llegaron a primera hora de la mañana del sábado en cinco autobuses para dar una lección a los campesinos, que se niegan desde 2003 a aceptar las indemnizaciones que les han sido ofrecidas para que abandonen sus tierras y dejen paso a la construcción de una central eléctrica.

"Hou Tongshun, de 60 años, recibió un disparo y su cuerpo fue encontrado en una carretera", aseguró el periódico Noticias de Pekín. Una vecina afirmó que los hombres atacaron a todo el que encontraron a su paso. Aunque algunos habitantes intentaron responder con útiles de labranza, desistieron ante la violencia y la magnitud de la turba. Según el diario, la policía y los servicios sanitarios no llegaron hasta más de una hora después. La agresión fue filmada en vídeo por un residente.