Un atentado en un comedor militar causa 26 muertos en Irak
Un ingeniero australiano es liberado tras cuatro semanas de secuestro
Al menos 26 soldados iraquíes murieron y unos 30 resultaron heridos ayer a consecuencia de un atentado suicida perpetrado por un hombre en el comedor de una base militar iraquí situada al norte de Baquba (60 kilómetros al noroeste de Bagdad), según informó el Ejército iraquí. En otro ataque suicida con coche bomba en un barrio de Bagdad morían 11 personas, 8 policías y 3 civiles, y otras 30 resultaban heridas.
La explosión en la base militar se produjo a la hora del almuerzo en Jalis, a 20 kilómetros al noroeste de Baquba, según informó el coronel Saleh al Obeidi. Según este coronel, un hombre ataviado con uniforme militar estuvo esperando hasta que los soldados se reunieron en el lugar para comer antes de hacer explosionar la carga que llevaba consigo.
Los soldados pertenecían al batallón Al Salam, de la Segunda Brigada del Ejército de Irak en la provincia de Diyala. Los heridos fueron trasladados a un hospital cercano, según el mayor Abbas Timimi, del Ejército iraquí. Tres de ellos fallecieron posteriormente, lo que elevó la cifra de muertos hasta el último balance de 26.
Tanto Jalis como Baquba están en el llamado triángulo suní, escenario de frecuentes ataques de la insurgencia contra las tropas de EE UU y las fuerzas de seguridad iraquíes. En esa última ciudad al menos seis personas murieron anteayer, martes, por la explosión de un coche bomba. El atentado en Jalis se produjo un día después de que un ataque similar segara la vida de al menos 24 personas en la ciudad septentrional de Kirkuk, rica en petróleo, y donde conviven árabes, kurdos y turcomanos.
Ayer, poco después de la una de la tarde (hora local, dos horas menos en la España peninsular), la insurgencia iraquí cometía otro atentado. Según cifras oficiales, ocho de las víctimas mortales en el ataque con coche bomba en el barrio de Zafraniya en Bagdad eran agentes de policía y tres civiles que caminaban por las cercanías de la zona, explicó una fuente del Ministerio iraquí del Interior. El suicida colocó el vehículo repleto de explosivos entre dos coches patrulla que circulaban por la zona, momento en el que hizo detonar la carga.
Por otra parte, el ingeniero australiano Douglas Wood, de 64 años, secuestrado en Irak desde mayo, fue liberado ayer por sus captores tras una operación militar liderada por los iraquíes, según informó el primer ministro australiano, John Howard. Wood se mostró "extremadamente feliz y aliviado por estar libre otra vez", en un mensaje leído por el responsable antiterrorista australiano, Nick Warner. La liberación de Wood ha formado parte de la Operación Relámpago, que comenzó en Bagdad el pasado 29 de mayo. Asimismo, Warner especificó que la localización del lugar en que estaba Wood fue posible gracias a las labores de inteligencia y a informaciones confidenciales y aseguró que "no se pagó ningún rescate", pese a que se había pedido una "gran cantidad" de dinero.
Por su parte, el subjefe del Estado Mayor iraquí, general Naseer al Abadi, explicó que Wood fue localizado debajo de una "manta" y que los insurgentes intentaron hacer creer a las tropas que se trataba de su padre enfermo.
Cuando capturaron a Wood hace más de seis semanas, los secuestradores anunciaron que le matarían si Canberra no retiraba los 850 efectivos militares que tiene desplegados en Irak, pero luego aplazaron el ultimátum de forma indefinida. Australia es uno de los países que más firmemente apoyaron la ocupación estadounidense de Irak y mantuvo en todo momento que no negociaría con los captores para no sentar precedentes que animen a nuevos secuestros.
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