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ETA ataca el aeropuerto de Zaragoza con granadas sin causar daños ni heridos

De la Vega dice que para hablar con la banda debe haber "seguridad contrastada" de que deja las armas - Rajoy: "Al terrorismo se le combate y se le gana" - Uno de los dos cohetes falló

ETA atacó ayer con una granada anticarro el aeropuerto civil de Zaragoza, pero no causó ni daños ni heridos. El atentado fue anunciado sobre las once de la mañana al diario Gara y a la DYA por un comunicante anónimo que llamó desde el País Vasco una hora antes del disparo. El comando había colocado dos tubos de PVC a unos 300 metros del aeródromo, pegado a una base militar, con sendas granadas anticarro en su interior. Sólo uno de los artefactos funcionó, mientras el otro fue desactivado en la lanzadera. El impacto se produjo en una zona de matorral, junto a la Plataforma Logística de Zaragoza.

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Gara relataba ayer en su web que la llamada se produjo a las 11.05. El comunicante anunció que "entre las doce y las dos" el aeropuerto civil de Zaragoza sería "atacado mediante granadas de mortero". El aviso fue transmitido a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. La alerta llegó a las unidades locales sobre las 11.25.

Policías y guardias civiles se desplazaron a la zona (incluso con tanquetas) para desalojar la terminal, situada a unos 10 kilómetros de Zaragoza y contigua a la base militar. Los viajeros y sus acompañantes fueron conminados a abandonar el aeropuerto y a permanecer en las carreteras de acceso, bajo un intenso calor. A las 12.02 se escuchó un estallido sordo y segundos después se oyó otro. Ambos le parecieron a uno de los testigos "como el disparo de un cazador".

Las fuerzas de seguridad rastrearon la zona para localizar la lanzadera y el punto de impacto. El dispositivo de disparo estaba en una zona arbolada pegada al Canal Imperial. El lanzador estaba formado por dos tubos de PVC, de 120 centímetros de largo y 90 milímetros de ancho, apontocados en una plataforma metálica. Artificieros de la policía y de la Guardia Civil se acercaron con gran prudencia, ya que ETA suele poner trampas en las lanzaderas. Los agentes vieron que sólo una de las granadas había sido lanzada y que la otra seguía en el tubo.

Eran granadas Mekar anticarro, de 90 milímetros y fabricación belga, idénticas a las ocho halladas la semana pasada en el taller logístico que ETA había abandonado en Saint Gaudens (Francia), cerca de los pasos fronterizos de Huesca. "Probablemente fueron compradas en el mercado negro", según el delegado del Gobierno en Aragón, Javier Fernández. La que falló fue desactivada a las 14.30.

Con temporizador

Los tubos tenían conectados sendos temporizadores, uno para lanzar una carga a las 12.00 y la otra, a las 12.02. La más temprana fue la que falló. El hecho de que se hubieran escuchado dos detonaciones hizo pensar que quizás se hubiera lanzado una segunda granada. No era así, ya que el primer estallido fue el que propulsó la bomba y el segundo, el correspondiente al impacto.

El punto de caída fue encontrado a las cinco de la tarde. La granada había impactado en una zona de tierra junto a la verja de entrada de la Plataforma Logística de Zaragoza, donde están instaladas varias empresas, tras haber superado los edificios del aeropuerto en un vuelo de entre 1.200 y 1.300 metros. "Todavía desconocemos el tipo de carga y la cantidad, pero nos ha parecido de pequeña cuantía", señaló el delegado.

Los investigadores sospechan que las lanzaderas fueron colocadas anteanoche por un comando procedente de Vizcaya "y muy activo". Las fuentes consultadas piensan que quizás se trató de un ataque comprendido en la campaña contra el turismo que anualmente monta la banda, pero otras fuentes estiman que es un acto más de la banda para demostrar que sigue activa y tiene capacidad de atentar.

ETA ha perpetrado 14 atentados este año sin víctimas mortales. El último ataque con granadas fue el perpetrado el 18 de octubre de 2003 contra el cuartel de Aizoain, sito a seis kilómetros de Pamplona. También fueron lanzadas desde dos tubos y falló una. La última vez que la banda atacó en Aragón fue el 22 de diciembre de 2004, cuando hizo estallar un artefacto en la casa cuartel de Luna, cercana a la linde con Navarra.

"Abandono definitivo"

El atentado suscitó varias preguntas a la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, sobre si afectaba al posible diálogo con ETA. Su respuesta fue ésta: "El Gobierno dice y considera que ETA tiene que dejar de matar, que ETA tiene que disolverse, que abandonar definitivamente la violencia y que el Gobierno tiene que tener la seguridad de que eso se ha producido. Eso es lo que he dicho, la seguridad contrastada, convencida y vista de que ha habido un abandono definitivo de la violencia. No la voluntad, sino el abandono definitivo de la violencia. Se tiene que producir de forma visible, clara".

El presidente del PP, Mariano Rajoy, declaró que al terrorismo "se le persigue con todos los instrumentos del Estado de derecho, con todos los instrumentos de la ley, se le combate y se le gana. Ésa es nuestra posición y en esa posición el Gobierno tendrá nuestro apoyo". Rajoy recordó la manifestación de hace una semana, convocada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo y secundada por el PP. "Era una manifestación para decirle al Gobierno que combata contra ETA, que no hable ni negocie, ni le invite a nada", remachó.

Una policía junto a los viajeros desalojados del aeropuerto de Zaragoza.
Una policía junto a los viajeros desalojados del aeropuerto de Zaragoza.EFE

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