El Estatuto andaluz avanza con un alto nivel de acuerdo entre el PSOE y el PP

"Algunos días me levanto y digo que el nivel de acuerdo es del 90% y otros, que me llaman carroñero, digo que el 80%". De esta forma, el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, reconoce que no hay grandes discrepancias con el PSOE en el debate en ponencia de la reforma del Estatuto de Autonomía, que hace justo un mes inició sus trabajos en el Parlamento. El "empeño" y la prioridad del presidente de la Junta, el socialista Manuel Chaves, es el consenso en torno a este proyecto, su apuesta política más arriesgada. El acuerdo entre PSOE y PP es posible, a juzgar por las palabras de Arenas.

Los 11 ponentes no han tenido, por ahora, grandes trifulcas políticas sobre el Estatuto de Andalucía, entre otras cosas porque el método de trabajo escogido no lo propicia. En las nueve reuniones que han celebrado hasta ahora, lo que están haciendo es contrastar coincidencias y discrepancias, sin rechazar ni aprobar nada de manera definitiva. Aparentemente las coincidencias y los acuerdos suman más que las discrepancias.

La ponencia se reúne a puerta cerrada y de los resultados de sus debates informa a través de un comunicado de prensa del Parlamento, revisado por los cuatro grupos de la Cámara. De esta forma evitan "dar difusión a los desacuerdos para no dificultar las negociaciones", según afirma el presidente de la comisión de Desarrollo Estatutario y portavoz del grupo socialista, Manuel Gracia.

El próximo viernes, la ponencia elevará un informe de primera lectura a la comisión y, a partir de ahí, está previsto que a finales de año empiece a tramitarse la proposición de ley de reforma del Estatuto andaluz.

Una de las propuestas barajadas por el Gobierno andaluz es convocar el referéndum de aprobación junto con las elecciones municipales de 2007, aunque sobre esta posibilidad pesan algunas dudas jurídicas.

La principal incógnita política sobre el proceso recae en la posición del Partido Popular. Esta formación siempre ha mantenido, y aún sostiene, que la reforma estatutaria no es necesaria. Inició la discusión negando las coincidencias entre sus propuestas y las del PSOE y ha terminado por reconocer, por boca de su líder, Javier Arenas, que los puntos en común se sitúan en torno al 90%. En una entrevista con este periódico el pasado domingo, el máximo representante de los populares andaluces anunció: "Va a haber pacto en la reforma del Estatuto".

Giro argumental

El giro de argumentos se produce justo después del acuerdo entre el PP y el PSPV-PSOE en la Comunidad Valenciana sobre la reforma del Estatuto de esa comunidad, un pacto que los socialistas andaluces saludaron, aunque fuentes de este partido consideran que el proyecto valenciano está muy por debajo de las aspiraciones andaluzas.

En la ponencia quedan por abordar dos asuntos principales: competencias y financiación. Los socialistas plantean propuestas que el PP tacha de "inasumibles", como la gestión de los ingresos de la Seguridad Social; la fijación del contingente y el control de la contratación laboral de los inmigrantes; la posibilidad de que el presidente de la Junta convoque referendos sobre asuntos de interés general de los andaluces; y la participación de la comunidad autónoma en la designación de miembros del Consejo General del Poder Judicial, el Tribunal Constitucional y en otros organismos institucionales, entre ellos el Banco de España.

En cuanto a la financiación, las distancias entre socialistas y conservadores tampoco son insalvables. Unos y otros quieren introducir "principios" sobre la financiación de la comunidad pero, a diferencia de la propuesta del Gobierno tripartito de Cataluña, sin porcentajes y otras concreciones.

Clima conciliador

Chaves se ha mostrado dispuesto a retirar su propuesta sobre la Seguridad Social y en todas sus comparecencias públicas insiste en que su prioridad y "empeño personal" es consensuar, principalmente con el PP, la reforma del Estatuto. Los socialistas están dando muestras de tender la mano al PP y de no darle razones, al menos en esta primera fase, para que no abandone las negociaciones y que éstas se desarrollen en un clima conciliador.

Pero en el PSOE no se fían nada de la posición final que vaya adoptar la formación que dirige Arenas y hay opiniones, como las del secretario de Organización, Luis Pizarro, que apuntan a que el PP romperá cualquier acuerdo y no se sumará a la reforma para no darle esa baza política a Manuel Chaves, que ganó sus quintas elecciones el 14 de marzo con mayoría absoluta.

El apoyo de los populares no es imprescindible en este proceso, ya que es posible sacar adelante la reforma en el Parlamento andaluz sin sus 37 diputados, dado que requiere el apoyo de tres quintos (65 diputados) de la Cámara. Los 61 diputados socialistas, los seis de Izquierda Unida y los cinco del Partido Andalucista superan esa mayoría cualificada.