Francia obtendrá más de 15.000 millones este año con la privatización de varias empresas

El ministro francés de Economía y Finanzas, Thierry Breton, concretó ayer los procesos de privatización de Gaz de France (GdF) y de Électricité de France (EdF), anunciados la víspera por el primer ministro, Dominique de Villepin, para rellenar las exangües arcas del Estado y financiar su programa de lucha contra el desempleo sin aumentar el déficit por encima de los límites del Pacto de Estabilidad. Según Breton, el Estado podría ingresar hasta 13.000 millones de euros con estas dos privatizaciones. GdF saldrá a Bolsa el próximo día 23, y EdF, el próximo otoño.

El nuevo Gobierno que lidera De Villepin ha decidido rellenar las arcas del Estado antes de enfrentarse a las reformas que ha prometido privatizando parte de las más importantes empresas públicas. Su predecesor, Jean Pierre Raffarin, lo anunció varias veces, pero no se atrevió a enfrentarse al rechazo de buena parte de la opinión pública francesa a desprenderse de sus empresas públicas. Ya el pasado martes salió a Bolsa el 6,2% del capital del operador France Télécom, lo que supuso una entrada de 3.400 millones de euros.

La privatización de Gaz de France se producirá en los siguientes términos: la empresa realizará un aumento de capital de un 40% y el Estado reducirá su participación a entre un 78% y un 80%. Los trabajadores de GdF podrán adquirir hasta el 3% del capital. El diario económico La Tribune apuntaba ayer que las acciones de la compañía gasista empezarán a cotizar en Bolsa el 8 de julio. Breton también confirmó que la privatización de una parte de EdF, la mayor compañía eléctrica del mundo, se producirá el próximo otoño, "si el mercado lo permite".

Según el ministro, la salida a Bolsa de GdF aportará entre 1.000 y 1.500 millones de euros a la propia empresa, y 2.500 millones, al Estado. Las acciones de EdF, añadió, podrían suponer la entrada de 8.000 a 9.000 millones de euros en las arcas públicas.

El conjunto de privatizaciones reportarán este año al Estado entre 15.000 y 20.000 millones de euros, dijo Breton. Una parte se dedicará a recortar la deuda y recapitalizar las empresas públicas y otra irá a la Agencia Francesa de Innovación. El Gobierno está haciendo "todo" para cumplir el Pacto de Estabilidad y situar el déficit público por debajo del 3%, dijo el ministro, aunque insistió en la previsión de que la economía francesa crecerá entre el 2% y el 2,5% en 2005, algo que ya han descartado radicalmente los expertos y los organismos internacionales como la OCDE, que calculan que el PIB de Francia progresará como máximo un 1,6%. La primera mitad del año ha sido "más difícil de lo previsto", admitió, pero hay "buenas perspectivas" para el segundo semestre.

Negociación sindical

Por su parte, el primer ministro Dominique de Villepin convocó las primeras reuniones con los sindicatos y la patronal la semana próxima para discutir sobre el plan para el empleo anunciado en su discurso del miércoles ante la Asamblea Nacional, al que destinará 4.500 millones de euros adicionales en 2006.

Con esta negociación responde a las duras críticas que ha levantado su anuncio de que implementará la reforma laboral por decreto, hurtándosela al Parlamento. Los decretos, dijo Villepin ayer en el Senado, sólo serán adoptados tras "una consulta en profundidad con los interlocutores sociales".

Además del recurso a los decretos, lo más criticado del plan de Villepin ha sido el nuevo contrato de trabajo para pequeñas empresas, que prevé un periodo de prueba de dos años. Según Bernard Thibault, de la CGT, se trata del "fin programado del contrato indefinido"; mientras que el líder socialista François Hollande lo ha definido como el "contrato de nueva precariedad". En un anticipo de lo que puede generar esta reforma, ayer se manifestaron en París 25.000 trabajadores convocados por la CGT "por el empleo industrial y la mejora salarial". Este sindicato ya ha convocado otra manifestación para el día 21 de este mes.

Por otra parte, un informe del Instituto Nacional de Estadística (INSEE) hecho público ayer indica que el poder adquisitivo de los salarios está estancado desde hace tres años. El salario medio en el sector privado subió un 0,2% en 2002, bajó un 0,3% en 2003 y aumentó un 0,4% en 2004.