Unas jornadas evidencian el nulo consenso sobre la energía eólica marina

Lejos de acercar posturas, las primeras jornadas celebradas en Cádiz para debatir sobre los parques eólicos marinos evidenciaron el nulo consenso entre las partes implicadas en estos proyectos. Mientras las promotoras defendían que sus molinos no tendrán apenas impacto visual, los ayuntamientos afectados vaticinaban la ruina turística. Mientras las empresas anunciaban las creación de miles de puestos de trabajo, los pescadores les recriminaban que los aerogeneradores acabarán con el sector. Mientras unos defendían esta energía como un nuevo yacimiento de empleo, los otros les acusaban de engañar deliberadamente. Fueron unos encuentros llenos de crispación. Uno de los asistentes tuvo que ser hospitalizado tras sufrir un infarto.

Las jornadas, organizadas por la Diputación gaditana, lograron sentar a todas las partes implicadas en el desarrollo de parques eólicos marinos en la zona de Trafalgar, en el litoral de la comarca de la Janda (Cádiz). Expertos, ingenieros, biólogos, empresas promotoras, pescadores, almadraberos y ayuntamientos tenían la oportunidad de argumentar sus posturas. Los encuentros habían comenzado con la intervención del científico y periodista Manuel Toharia, quien reclamó un debate "sereno y técnico" frente a posiciones "apasionadas".

Tensión e infarto

La petición de Toharia no fue atendida. Desde las primeras conferencias, representantes de los pescadores y las almadrabas increparon a los conferenciantes que mostraban razones a favor de los parques. La tensión creció por la tarde, cuando tres de las cinco empresas energéticas que se han interesado por construir parques eólicos marinos en la zona, describieron sus proyectos. La iniciativa Mar de Trafalgar (EHN, Cupimar, INR Eólica) anunció una inversión de 1.600 millones de euros para levantar 273 molinos, capaces de generar 982 MW. En un año, sería capaz de producir la energía que necesitan 750 mil hogares. A eso añade un proyecto de aprovechamiento acuícola. Capital Energy pretende instalar unos 100 molinos capaces de generar 540 MW y Umweltkontor prevé cino parques de 50 MW cada uno.

Estas descripciones molestaron sobremanera a algunos de los presentes, que exigieron replicar a las empresas, a las que acusaron de "mentirosas", "poco rigurosas" y "demagógicas". Pescadores y responsables de almadrabas creen que estos molinos son el fin de su actividad, puesto que les impediría faenar con seguridad y ahuyentaría a los atunes. Uno de los asistentes, Antonio Morillo Crespo, responsable de la Plataforma Vejeriega contra los parques, rechazó que los molinos sean creadores de empleo. Según él, destruirán la zona como destino turístico. Poco después, sufrió un infarto y tuvo que ser trasladado en un coche particular hasta el hospital Puerta del Mar de Cádiz, donde quedó ingresado.