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Columna
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El poeta del reencuentro

Feliu Formosa es poeta, traductor y hombre de teatro. Desde su primer libro de poemas, Albes breus a les mans (1973), publicado cuando rozaba ya los 40 años, hasta su último dietario, A contratemps, que acaba de editar en Valencia Perifèric Edicions, Formosa ha producido una bibliografia muy considerable.

Poeta de una formación privilegiada, Feliu Formosa estudió Filología Germánica y fue lector en la Universidad de Heidelberg cuando aquí casi nadie leía alemán ni sabía lo que significa Bildungsroman. Considerado el introductor de Bertolt Brecht en Cataluña, hoy el teatro catalán seguramente no sería lo que es sin su magisterio. Formosa ha sido durante muchos años el único traductor teatral de alemán. También en poesía. Si Riba nos brindó su Hölderlin y Vinyoli su Rilke, Formosa nos ha dado una magnífica versión de Trakl. Dice en un verso que si Brecht es la vida, Trakl es la muerte.

Más información
Feliu Formosa gana el Premi d'Honor de les Lletres Catalanes

Es una lástima que buena parte de su obra sea hoy tan difícil de encontrar en las librerías. Sus tres libros más importantes son, sin duda, la traducción de la Obra poètica (Empúries, 1990) de Georg Trakl, hoy agotada, El present vulnerable (Laia, 1979 y La Magrana 1997), su primer dietario, también inencontrable, y sobre todo Darrere el vidre (2004), que reúne toda su poesía escrita hasta 2002. Porque Formosa es, ante todo y por temperamento, un poeta, un hombre solitario y sociabilísimo que casi siempre calla, y cuando habla, lo hace en voz baja, una voz cálida y a la vez quebrada, cansada.

Feliu Formosa es el poeta del reencuentro. Gran parte de su poesía se construye como un diálogo con una persona ausente. Desde Cançoner, que se cierra con el estremecedor poema Faràs dos trucs i t'obriré, dedicado a su primera esposa, hasta los poemas del multipremiado Semblança (1986), el autor plantea la posibilidad de un reencuentro, sea con la persona amada, sea con los muertos que se obstinan en regresar.

En un tiempo en que la cursilería reina por doquier, Formosa nos ha dado la mejor poesía amorosa. Es urgente reeditarla.

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