Confirmada la pena de 35 años para el asesino de Tamara Navas

La máxima instancia judicial de Cataluña ha ratificado la condena de 35 años de prisión para Juan Miguel Cerrillo, a quien considera autor de la muerte y de las violaciones que sufrió Tamara Navas, una niña de nueve años de Salou (Tarragonès) fallecida en marzo de 2001. Pasados 10 meses, las autoridades localizaron su cuerpo sin vida, con múltiples heridas y en avanzadísimo estado de descomposición en el piso de Cerrillo, un empresario de la construcción venido a menos tras separarse, y que en aquel momento trabajaba de albañil. Fue su casera la que advirtió del fuerte olor y la que insistió al jefe de Cerrillo para que limpiara su vivienda.

El Tribunal superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha desestimado el recurso de apelación que presentó la defensa de Cerrillo y ratifica que éste es autor del asesinato y la agresión sexual. Durante el juicio que se celebró en la Audiencia de Tarragona en otoño pasado, miembros del jurado popular tuvieron que excusarse de la sala para ir a los servicios tras observar las imágenes de la autopsia de Tamara Navas.

De hecho, el TSJC ratifica que lo sucedido fue un asesinato y no un homicidio por la contundencia de las heridas de la niña. Los forenses determinaron que murió a causa del dolor de la violación y de las hemorragias. El recurso insistía en la tesis de la defensa de Cerrillo, según la cual el condenado era "ideal" para que una tercera persona le hubiera incriminado al llevar Cerrillo una vida desordenada y sufrir adicción al alcohol. El alto tribunal no cree esta versión, argumenta que es contradictoria con convivir con el cadáver 10 meses y juzga que hay indicios suficientes para confirmar la pena. El TSJC cita entre los indicios el hecho de que el cuerpo de la niña apareciera casa de Cerrillo, los habituales contactos de Cerrillo con niños al salir de clase o el hecho de que algunos menores lo vieran irse con Navas el día de su desaparición.

El juez de Tarragona impuso la máxima pena que fija el Código Penal -20 años por asesinato y otros 15 por violación- por la corta edad de la niña y la violencia de su muerte.