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Entrevista:MÀRIUS RUBIRALTA | Rector de la Universidad de Barcelona

"Trabajaremos sin descanso para que la titulación de Filología Catalana no desaparezca"

A pesar de que no toma posesión del cargo hasta mañana, el nuevo rector de la mayor universidad de Cataluña, la de Barcelona, (UB), Màrius Rubiralta (Manresa, 1959) -doctor en Ciencias Químicas-, ya ha comenzado a trabajar para que el centro recupere el reconocimiento social y académico que le corresponde. Sin prisas pero sin pausa, con participación y diálogo, Rubiralta tiene muy claros sus objetivos.

Pregunta. En su programa fijaba muchos objetivos, ¿cuál es reto más urgente que se plantea?

Respuesta. Hay que poner sobre la mesa todos los temas de transferencia de conocimiento ligados a la Fundación Bosch y Gimpera. La modificación del concepto de transferencia y la gran competencia que hay en el mercado de la formación continua nos llevan a hacer unos cambios importantes. La UB quiere llenar el vacío que hay en uno de los objetivos clave del país: aprovechar el conocimiento de las universidades para crear esta riqueza económica.

"La financiación es un problema. Sólo recibimos el 10% para investigación y los costes están valorados en el 35%"

P. Hablando de retos, ¿cómo se presenta el de la convergencia europea para la UB?

R. Nos incorporamos al proceso en un momento de crisis e intentaremos que se desarrolle en la mayor información, la mayor discusión y con elementos no de improvisación y, si no de coherencia y de palabra.

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P. ¿Qué opina sobre el catálogo de titulaciones cerrado y la supresión de titulaciones?

R. Se ha desinformado a la sociedad. La esencia de Bolonia [proceso europeo que regula la enseñanza universitaria] no prevé un catálogo restringido de titulaciones. Es una interpretación hecha en Cataluña. No se trata de catálogos abierto o cerrados, sino de crear una universidad preparada para los retos que nos está exigiendo la sociedad en un mundo globalizado del conocimiento. Hay otros elementos que implican cambios sociales más importantes como son la movilidad, la red de colaboración entre universidades...

P. Pero a los catalanes les importa la vigencia de la Filología Catalana...

R. Todas las universidades catalanas, además de los propios responsables de la Administración, han dejado muy claro que para Cataluña es un elemento muy importante. Trabajaremos sin descanso para que este instrumento, que es esencial para nuestro país, no desaparezca. La universidad pública catalana ha de luchar para salvaguardar su propia identidad.

P. Da la impresión de que el nuevo sistema está ideado para formar trabajadores.

R. Europa tiene un problema de competitividad y se plantea solucionar esto formando mejor a los titulados, para que puedan competir con los titulados de fuera. Pero, evidentemente, también prevé el aprendizaje por placer.

P. ¿Entonces qué es lo que quiere Europa?

R. Formar titulados que den un nivel muy alto en nuestro sistema pero que estén preparados para aquellas situaciones de cambio. Es decir, que si necesitan profesionales en Alemania, puedan ir allá españoles preparados. Y que este intercambio y esta movilidad también pueda darse en el ámbito del conocimiento.

P. ¿Es compatible la investigación y la docencia en una misma institución?

R. Cada universidad ha de desarrollar el modelo que quiera, para eso tiene autonomía. La UB, por su tamaño, su historia y por la estructuración de recursos humanos que tiene, es una universidad preparada para tener una parte docente de calidad, pero a su vez, es una institución con una responsabilidad social en cuanto a la transferencia de conocimientos. Tiene que haber un equilibrio básico entre los tres objetivos: docencia, investigación y transferencia. Hoy día, por cuestiones presupuestarias el 90% docencia, 10% investigación y 0% transferencia. Es evidente que no es adecuado y lo que haremos será trabajar con el responsables de la Administración para que la financiación esté en función, no sólo de los costos estructurales de la universidad, sino que también tenga en cuenta las funciones que nosotros queremos desarrollar.

P. ¿Todo se reduce a la financiación?

El tema financiero es un problema, sobre todo, de las universidades investigadoras. Sólo recibimos el 10% para desarrollar la investigación y los costes de están valorados en el 35%. Hay, por tanto un 25% que lo has de sacar de donde puedes. De todos modos, es aún más grave que el sistema de financiación no prevea la tranferencia del conocimiento. Esto es algo que debe cambiar. Es preocupante la lentitud de la Administración para modificar sus parámetros de financiación.

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