La arquitectura y Bolonia
La arquitectura se encuentra bajo la amenaza de un proceso de limpieza étnica. Toda heterogeneidad debe ser erradicada. Toda falta de acuerdo explícito con la autenticidad, integridad y respeto hacia el monumento debe ser castigada. Shakespeare no necesitó más para desencadenar el desastre de su Rey Lear: porque no hay modo de expresar "sinceramente" el respeto, ni ante el padre, ni ante el rey, ni ante el monumento.
Se denuncia la pérdida de identidad y la alteración profunda de la naturaleza genuina de un espacio y, con él, de toda una población. Si la identidad y la naturaleza pueden perderse por un añadido, es que no hay tal identidad ni naturaleza. Lo que puede perderse y alterarse por la modificación del aspecto coyuntural exterior es un decorado, para llamarlo por su nombre. Actualmente son muchos los que dicen "identidad" y "naturaleza" cuando se refieren a la imagen de un parque temático turístico. La unidad absoluta entre apariencia y naturaleza: porque, ahí, tanto apariencia como naturaleza son absolutamente falsos. Puestos a ser coherentes, eliminemos la electricidad y el agua corriente, y ¿en qué idioma deben hablar los que visiten el lugar? Porque la identidad y la naturaleza de un lugar no sólo son captadas por los ojos, también intervienen los oídos. ¿No se rompe llamativamente el paisaje, cuando se oye una frase o una canción en inglés o alemán? Quizá habrá que reconstruir un idioma que nadie conoce ya, mezcla de dialectos, como habrá que reconstruir los oficios que construyeron en piedra, madera o yeso.
Le recomiendo a Víctor Fernández Salinas que, antes de hablar de formas duras y autistas, conozca el proyecto; que antes de opinar sobre los arquitectos que publican en revistas, tenga la humildad suficiente para saber por qué son publicados, y cuando habla de los muchos arquitectos que sí entienden el lugar, nos facilite los nombres, para que sepamos que es lo que él entiende por buena arquitectura, y cuando habla de movilización nos diga quiénes y cuántos son los que lo hacen.
No quiero seguir la parodia. La propuesta de los que han producido la polémica es una tontería, pero no importa: cumple perfectamente con su papel de aviso conminatorio, demuestra que siempre se puede organizar una polémica.
Si hubiera alguna entidad efectivamente interesada en el respeto de lo construido, su preocupación estaría por la calidad de lo nuevo. Toda buena arquitectura es adecuada. Toda mala arquitectura es nociva, sea cual sea la llamatividad de una y otra.
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