Sharon afirma que la ciudad de Jerusalén será israelí "para la eternidad"
El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, aseguró ayer, durante una alocución con motivo del 38º aniversario de la conquista de la parte árabe de Jerusalén durante la guerra de 1967, que la ciudad "no pertenecerá nunca más a extranjeros". "Jerusalén es nuestra para la eternidad", afirmó el gobernante israelí. Tanto Sharon como el presidente de Israel, Moshe Katsav, aseguraron que preservarán la libertad de culto para las tres grandes religiones monoteístas en Jerusalén.
Por la mañana, la policía israelí se enfrentó con palestinos que arrojaban piedras en las inmediaciones de la mezquita de Al Aqsa durante la visita de grupos de judíos a lo que éstos denominan el Monte del Templo. Dos de ellos resultaron ligeramente heridos.
Unos 50 de los visitantes cantaron el himno israelí antes de abandonar la explanada de las mezquitas, prometieron construir un templo judío en el emplazamiento de la mezquita de Al Aqsa, y chillaron: "Nosotros liberaremos el Monte del Templo.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, indicó que las visitas de extremistas de derechas a la explanada de las mezquitas pueden acarrear "espantosas consecuencias". Fue precisamente la visita de Ariel Sharon en el año 2000 la espoleta de la segunda intifada palestina.
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