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El Argentina-Brasil desata la pasión

Miles de personas hacen cola para conseguir alguna de las 15.000 entradas puestas a la venta

Jorge Marirrodriga

Miles de personas hicieron ayer cola en las inmediaciones del Estadio Monumental del River Plate en Buenos Aires para conseguir alguna de las 15.000 entradas puestas a la venta para el Argentina-Brasil de mañana, de la fase de clasificación del Mundial de 2006. Argentina encabeza la tabla del grupo con un punto más que Brasil.

Desde el domingo y a pesar de las bajas temperaturas, la multitud comenzó a agolparse en las inmediaciones del estadio movidas por la expectación del denominado en Argentina "superclásico" entre las selecciones con mayor rivalidad de Suramérica. La cola, que no estaba formada por una fila de una sola persona sino más bien por una columna de a quince, se prolongaba por espacio de unas veinte manzanas y corría prácticamente sobre el arcén de una autopista de circunvalación. En algunos momentos la tensión de la espera se desató y hubo empujones, golpes y un herido leve.

Ante el temor de que ocurrieran accidentes -un hombre fue detenido al saltar al asfalto y empezó a "torear" al tráfico de la autopista haciendo verónicas y pases de pecho a los conductores-, la policía destacó al lugar a numerosos efectivos que se vieron reforzados por brigadas de antidisturbios, ya que la afluencia de público superaba claramente la oferta y se temía la reacción violenta de aquellos que se quedaran sin entradas. Al precio de 10 pesos cada una (2,77 euros), los aficionados podían comprar sólo dos. En cuatro horas se agotaron las localidades.

Agentes de la policía intervienen para organizar la cola de miles de aficionados para comprar las entradas del Argentina-Brasil.
Agentes de la policía intervienen para organizar la cola de miles de aficionados para comprar las entradas del Argentina-Brasil.EFE

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Sobre la firma

Jorge Marirrodriga
Doctor en Comunicación por la Universidad San Pablo CEU y licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra. Tras ejercer en Italia y Bélgica en 1996 se incorporó a EL PAÍS. Ha sido enviado especial a Kosovo, Gaza, Irak y Afganistán. Entre 2004 y 2008 fue corresponsal en Buenos Aires. Desde 2014 es editorialista especializado internacional.

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