El gasto de las empresas andaluzas en I+D creció un 70% en 2003, según el informe de EOI

El gasto total en I+D creció en Andalucía en 2003 un 54%, gracias sobre todo al empuje del tejido productivo, cuya inversión en innovación se incrementó un 70%, 57 puntos más que en el resto de España. También la inversión pública contribuyó notablemente a este crecimiento, con un aumento del 46%, frente al 16% de la media nacional, según los datos presentados ayer del IV Informe Evaluación del Sistema Andaluz de Innovación. Índice EOI 2005, elaborado por la escuela de negocios EOI, y dirigido por el catedrático emérito de la Universidad de Ginebra Emilio Fontela.

Este crecimiento del 54% ha permitido que la participación andaluza en el gasto total nacional en I+D, que iba disminuyendo a lo largo de los años, haya registrado un aumento del 35%, y se sitúe en el 11% del total nacional (8,1% en 2002). Un porcentaje que permite a Andalucía recortar distancias en cuanto a su aportación al Estado en niveles de renta (14% del total nacional) y población (18% del total nacional), según explicó el profesor Fontela.

En este sentido, el informe destaca el aumento que ha experimentado el gasto en I+D por habitante en Andalucía, que ha pasado de 77.000 euros a 117.000, lo que representa un incremento del 52%, frente al 12% que ha registrado la media nacional. Asimismo, y a pesar del gran protagonismo del tejido productivo en el aumento la inversión total de Andalucía en I+D, el gasto empresarial en innovación sólo representa un 38% del gasto total regional, mientras que en el conjunto nacional las empresas invierten el 54%, en la UE un 65% y en la OCDE un 72%.

Según el estudio de EOI, la fuerte participación pública en el gasto andaluz en I+D está enfocada, sobre todo, a las universidades, que ejecutaron el 45% del gasto total regional en I+D (30% a nivel nacional). Asimismo, el informe revela que mientras que en los países más avanzados de la UE los investigadores representan un poco más de la mitad del total del personal en I+D, en España representan el 61% y en Andalucía el 67%, diferencia que atribuye a la menor actividad relativa de la investigación técnica aplicada en Andalucía (ésta requiere más técnicos y personal de apoyo) y a una mayor ocupación de los investigadores diplomados en tareas menos cualificadas.

La producción científica, (un 14% del total nacional) está en consonancia con la contribución de Andalucía en niveles de renta y población. Sin embargo el informe pone el acento de las debilidades andaluzas en el número de patentes concedidas, que en 2003 representaron sólo el 7% de las concedidas en todo el Estado por la Oficina Española de Patentes y Marcas.

Por su parte, los valores añadidos de los sectores manufactureros andaluces de alta y media tecnología sólo representaban en 2003 un 6,3% y un 5,7% de los totales nacionales, y estos porcentajes han disminuido con respecto a 2002 desde un 7,1% y un 5,4% respectivamente.

En el uso de las Tecnologías de la Información y de las Comunicaciones (TIC), Andalucía presenta un balance comparable a la media española, en lo que se refiere al uso de las TIC en las empresas, con dos tercios de las empresas conectadas a Internet. Respecto a la conexión de las administraciones locales on line, el 88% de los municipios de más de 20.000 habitantes tienen web accesibles (el 93% a nivel nacional). Por último, el 21% de los hogares andaluces tiene acceso a Internet (25% en España).

El informe de EOI recoge, además, la opinión de un panel de expertos y profesionales de ámbitos como la empresa, la universidad y la administración pública que han servido como base para elaborar el Índice Sintético EOI 2005 sobre las tendencias en la evolución del Sistema Andaluz de Innovación. Las opiniones de los expertos apuntan hacia una clara mejora del Sistema Andaluz de Innovación.

Por su parte, el consejero de Innovación, Ciencia y Empresa, Francisco Vallejo, criticó que todavía en el caso de las empresas se sufre una "escasa cultura" en I+D+I y que en algunos casos de empresas tractoras y de pymes se detecta un esquema de relación "bastante obsoleto". Animó al sector a seguir invirtiendo para incorporar sistemas de innovación y les recordó que hace falta un "cambio de cultura empresarial", ya que actualmente la competitividad está más ligada a la "cooperación" y a la "coordinación" entre las propias empresas que a factores tradicionales.