Opel, decepción

Me dirijo a los lectores en el sentido de que entiendo que es una responsabilidad cívica el denunciar las posibles deficiencias que existen en esta sociedad nuestra de consumo, en aras a mejorar la calidad de los productos y servicios.

Bien, en este caso se trata de que soy propietario de un Opel Corsa de menos de cuatro años de antigüedad, con todas las revisiones en talleres oficiales de la marca, la última el 31 de enero de este año.

El 25 de abril, circulando de noche, sin previa señal, va perdiendo potencia y se queda parado. Una grúa lo traslada al taller habitual de la marca. Dado lo desorbitado delpresupuesto (bastante más de 3.000 euros) y las causas de la avería, solicitamos y pagamos los servicios de un perito independiente. Personado en el taller, nos presenta un extenso informe técnico y fotográfico, del que resalto algunos párrafos: "Tiene un promedio de 10.440 kilómetros/año, por debajo de la media de un vehículo de gasolina...". "La avería, en ningún momento ha podido ser detectada". "No existe una negligencia por parte del conductor". "Que la causa de la avería se debe a la pérdida de funcionalidad de la bomba de agua, debiéndose a un defecto de la pieza".

Con este informe, más una reiterada remisión de datos, pérdida de horas y contactos telefónicos y por fax con el servicio de atención al cliente de Opel, después de más de dos semanas nos contestan que se inhiben de responsabilidad.

Éste es el tercer Opel que tengo a lo largo de los últimos 17 ó 18 años, habiendo dado cada uno de ellos de entrada para el siguiente, a plena satisfacción. De hecho, dentro de unos años hubiera seguido la misma secuencia con el actual. Digo que lo hubiera hecho, pero después de la experiencia, pues va a ser que no.