La bicicleta se mezcla con los coches

El Día Mundial del Medio Ambiente tuvo una celebración muy especial en la capital. Más de 500 ciclistas intentaron demostrar que la bicicleta puede convivir con los coches. Estos deportistas recorrieron la distancia que separa la Dehesa de la Villa de la plaza de Cibeles sin necesidad de cortar la circulación. "Ha sido un trayecto muy agradable. Lo que más me ha impresionado ha sido el poder ir montada en bici junto al palacio de Oriente", señaló la concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento, Paz González.

El recorrido se vio acompañado como todos los actos de ayer por el buen tiempo, lo que permitió que los ciclistas hicieran la prueba en menos de una hora. Salieron en turnos de 35 o 40 deportistas. En muchos casos les acompañaban dos agentes de Movilidad y voluntarios del Samur-Protección Civil. El trayecto transcurría por la Ciudad Universitaria, el parque del Oeste, Camoens, la plaza de Oriente, Mayor, la plaza de la Villa, la Puerta del Sol y Cibeles.

La idea no era otra que concienciar que la bicicleta puede ser utilizada como medio de transporte no contaminante y que los conductores deben de respetarla al igual que las motos. "El trayecto ha sido muy cómodo. Siempre ha transcurrido entre árboles y naturaleza, por lo que ha sido más atrayente", señaló Alberto, uno de los participantes. La idea estaba apoyada por Pedalibre, asociación ciclistas de la región.

Sin sobresaltos

El único repecho importante al que tenían que enfrentarse los deportistas se encontraba en Camoens, pero no resultó tan duro como algunos pensaban. En los grupos iban niños acompañados de sus padres y familiares y pudieron cubrir la prueba sin ningún problema ni sobresalto. "Los coches nos han respetado. Se nos quedaban mirando y algunos incluso nos han preguntado qué hacíamos", añadió otro participante.

Y es que los ciclistas cumplieron al pie de la letra las señales de circulación: pararon en los semáforos en rojo y se apearon de la máquina cuando iban a pasar un paso de peatones. Para reponer fuerzas tenían un avituallamiento en la plaza de Oriente. Consistía en una pieza de fruta, o dos, tipo melocotón o un plátano, además de bebidas. "Ha sido muy curioso porque la gente nos veía con las camisetas de Madrid 2012 y con las bicicletas y no dejaba de aplaudirnos", añadió Ignacio, otro deportista. "Llevaba más de 15 años sin montar en bici, aunque soy muy aficionada a otros deportes. Me ha parecido extraordinario recuperar este medio de transporte, sobre todo, porque puedes ver la capital de otro modo", añadió la concejal de Medio Ambiente, Paz González.

Y para celebrar el día mundial del Medio Ambiente los recuerdos al llegar a meta también tenían un tinte verde. Una bolsa de tela era el regalo que recibían los deportistas al llegar a la plaza de Cibeles. En su interior, el texto íntegro de la Agenda Verde, el plano del anillo verde ciclista de la capital, una camiseta y una planta. Y todo ello, por el Medio Ambiente.