Argentina deja pasar un tren

Argentina, con nueve jugadores de la Liga española en el equipo titular, desperdició su primera oportunidad de clasificarse aritméticamente para el Mundial de 2006 al perder por 2-0 contra Ecuador en Quito. Argentina es líder del grupo con 28 puntos, uno más que Brasil, a la que recibe el miércoles y que ayer goleó sin problemas a Paraguay por 4-1 en Porto Alegre, con dos tantos de penalti del jugador del Barça Ronaldinho y uno de Zé Roberto y otro de Robinho, al que pretende el Real Madrid.

José Pékerman, el seleccionador argentino, temeroso del mal de altura, quizá pensando en el cansancio de sus jugadores, todos ellos recién llegados del fin de temporada con sus equipos europeos, decidió apuntalar a su cuadro desde la defensa. En punta, un solo delantero, el zaragocista Galletti. Por detrás, bien juntas las líneas, tres centrales -Milito, Samuel y Coloccini- y un centro del campo superpoblado con tres pivotes -Dusher, Cambiasso y Zanetti- y tres volantes -Kily González, Maxi Rodríguez y Aimar-. El plan era sencillo: controlar el ritmo del partido, dominar gracias al músculo y la intensidad de los centrocampistas y solucionar el pase con Aimar como lanzador de Galletti. Pero no cuajó: Argentina perdió la pelota, sumó imprecisiones y dejó el dominio a Ecuador, liderado por el incisivo Valencia, pretendido por el Villarreal.

Con el encuentro enfangado en el medio campo, llegó el momento de los banquillos. Pékerman dio entrada a Tévez para que convirtiese el partido en un veloz correcalles de regates y diagonales sin descanso. Y Suárez, el técnico colombiano de Ecuador, reorganizó a su grupo dando entrada a Lara, situando a Valencia a la derecha, retrasando a Ambrossi y dejando a Delgado como pivote defensivo. Con menos jugadores en el centro del campo, descongestionada la circulación del balón, llegaron los tantos de Lara y Delgado. Es la primera derrota de Pékerman al frente de la selección argentina.