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Reportaje:

Corea del Sur se coloca entre los grandes

Los deberes bien cumplidos en la reforma de la economía permiten afrontar la subida del petróleo

La fuerte subida del petróleo ha ralentizado el crecimiento previsto para 2005 de la economía surcoreana, pero los deberes bien cumplidos en cuanto a la reforma económica emprendida tras la crisis de 1997, a la que se acogieron los grandes conglomerados del país, ha permitido a Corea del Sur convertirse en la tercera economía de Asia y situarse entre las grandes del mundo. A ello ha contribuido el enorme esfuerzo realizado en investigación y desarrollo con una inversión cercana al 3% de producto interior bruto (PIB).

La mejora de la economía trajo consigo una reducción del paro desde la cifra récord del 7% alcanzada en 1998 al 3,5% del año pasado
La renta 'per cápita' surcoreana alcanzó durante el ejercicio de 2004 los 14.160 dólares, frente a los 18.000 dólares de la española
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"Desde la segunda mitad del año pasado se ha reducido el crecimiento y cerraremos 2005 con un incremento del PIB por debajo del 4% debido al alto precio del crudo y sobre todo a la debilidad del dólar", afirma Chung Mun Kun, director del Instituto de Investigación Económica de Samsung. Según Chung, ambos factores han afectado negativamente a las exportaciones, que este año crecerán alrededor del 9%, poco si se compara con el 31% en que se incrementaron el año pasado. Esto reducirá el superávit de la balanza comercial a 15.800 millones de dólares, frente a los 27.610 millones del año pasado.

Pese a que los gráficos de la economía surcoreana siguen plagados de dientes de sierra, el clima generalizado es de optimismo, especialmente entre las grandes compañías surcoreanas, que tras la crisis se reciclaron desde los anacrónicos conglomerados familiares ahogados en deudas a empresas saneadas que representan casi la mitad del valor total de la Bolsa de Seúl. En 2004, un total de 12 de estas compañías integraba el llamado Club de los 1.000 Millones de beneficios, entre las que se encontraban Samsung Electronic, Hyundai Motor y LG Electronics.

"La salud financiera de las grandes empresas es robusta, son las pequeñas y medianas, exportadoras de industria ligera, las que sufren con mayor dureza la revalorización del won", añade Chung.

Para el vicepresidente de la Federación de Industria de Corea, Cho Kun Ho, "la reestructuración de las grandes empresas se ha transformado en mayores beneficios" y rebela la necesidad de que las pequeñas y medianas empresas continúen por ese camino.

Desde que hace tres décadas Corea emprendió la senda de la transformación de su economía desde la agricultura al desarrollo industrial y tecnológico el promedio de su crecimiento anual es del 8,6%, lo que la ha permitido convertirse en la 11ª potencia económica del mundo. La renta per capita surcoreana alcanzó en 2004 los 14.160 dólares (unos 11.000 euros, frente a los 18.000 de la española).

El periodo de vacas flacas de finales del pasado siglo fue aprovechado por los fabricantes surcoreanos para mejorar la calidad de sus productos y los avances logrados en estos años han sido más que significativos, tanto en la industria del motor, naval y terrestre, como en el sector de la alta tecnología.

Uno de los ejemplos más impactantes del cambio que se ha operado en la economía surcoreana desde la crisis de 1997 es el de Hyundai Motor, hoy el sexto fabricante de coches del mundo, que el pasado 20 de mayo inauguró su primera fábrica en Estados Unidos. Hyundai Motor, que compró a su principal rival surcoreano KIA, se ha plantado en EE UU ofreciendo garantías de 10 años en el motor y la transmisión del coche y de cinco en el resto, con las que apoya su campaña de calidad.

Las fuertes inversiones en I+D han permitido a las compañías surcoreanas dominar el mercado global de tecnología de la información en sus distintos sectores de telefonía móvil, semiconductores y pantallas de televisión planas de plasma y de LCD. El liderazgo lo tienen Samsung Electronic y LG Electronic, que dieron también un importante salto en la calidad de sus productos.

Entre los sectores de tecnología punta en los que Corea del Sur avanza con pie firme se encuentra el de la biotecnología.

Chung Mun Kun señala que, sin embargo, la pequeña y la mediana empresa aún no han dado el salto cualitativo, lo que convierte a este sector en el más débil de la economía. De un lado, continúa expuesto a pesados créditos y de otro sigue anclado en una estrategia que consiste en competir en precios por no haber hecho las necesarias inversiones que le permitirían competir por calidad. "En la actualidad la brutal competencia en los precios que nos impone China lleva a recortes de los márgenes comerciales que asfixian a las pequeñas empresas, por ello insistimos en que el futuro está en la competencia por la calidad", añade Chung.

"Hay un clima generalizado de optimismo", afirma Lee Joo Hee, socióloga de la Universidad de Ewha, aunque reconoce que el consumo interno aún no se ha recuperado del estallido, en 2002, de la llamaba "burbuja del plástico", es decir, de las tarjetas de crédito, que puso en serias dificultades a cientos de miles de familias. Pero, según el índice de expectativas de consumo del Instituto de Investigación Económica de Samsung, en lo que queda de año se prevé un nuevo tirón del consumo interno, que será el principal apoyo de la economía.

Al optimismo ha contribuido, en parte, el impulso dado por la Administración al uso de Internet, que facilita a la población las gestiones administrativas, además de dar transparencia a éstas. En 2004, Corea del Sur se convirtió en el quinto Gobierno del mundo en uso de la Red, por detrás de EE UU, Dinamarca, Reino Unido y Suecia.

Además, el esfuerzo realizado en cuanto a la puesta en marcha de líneas de comunicación de alta velocidad y a facilitar el acceso a éstas de los ciudadanos se plasmó en que a finales de 2004, más de 31 millones de surcoreanos, de un total de 49 millones, tenían acceso a la Red.

El sector de la tecnología de la información, que ha sido el más dinámico en los últimos años se encuentra ahora con el reto de un mercado interior maduro, lo que le hace más dependiente de las exportaciones al tiempo que le exige nuevas estrategias para mantener en alza el mercado interior.

La mejora de la economía trajo consigo una reducción del paro desde la cifra récord del 7% alcanzada en 1998 al 3,5% del año pasado, aunque este año podría aumentar una décima por la reducción de las exportaciones.

En estos años, Seúl ha diversificado sus mercados en detrimento sobre todo de Estados Unidos. China es ya su principal socio comercial, pero Japón, el sureste asiático e India ganan posiciones. También se incrementan los intercambios comerciales con la Unión Europea.

En los dos últimos años, Corea del Sur casi ha duplicado sus inversiones en China. Numerosas compañías dedicadas a la industria ligera han optado por establecer sus fábricas en ese país para aprovechar su mano de obra barata y para posicionarse ante el creciente mercado interno chino. Las inversiones surcoreanas directas en China alcanzaron los 6.250 millones de dólares en 2004, frente a los 2.720 millones de 2002.

De hecho, Seúl trata de establecerse como un gran centro de servicios financieros y comerciales que triangule y facilite el acceso de empresas y organizaciones internacionales que pretendan acceder a las dos primeras economías de Asia desde una ciudad abierta, con buenos accesos y sin los altos precios de Hong Kong o Tokio.

Investigadores de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur).
Investigadores de la Universidad Nacional de Seúl (Corea del Sur).AP

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