El Tribunal Superior catalán estudiará las presiones a la juez del asesinato de Berga
Un abogado defensor denuncia ante la policía pintadas amenazadoras en su despacho
La Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) estudiará el próximo día 7 las presiones que ha soportado durante esta semana la juez de Berga para que encarcelase a los detenidos por el asesinato del joven Josep Maria Isanta. Un total de 11 mayores de edad declararon ante la juez entre el 30 de mayo y el 2 de junio, y mientras se producían estas comparecencias centenares de personas estuvieron concentradas para que los detenidos acabasen en prisión, como finalmente ocurrió con ocho de ellos. Otros cuatro menores también fueron internados en centros de la Generalitat por su presunta vinculación con los hechos.
La presidenta del TSJC, Maria Eugenia Alegret, consideró que la magistrada de Berga ha sufrido "presiones e intimidaciones" durante estos días y que se ha pretendido "cuestionar su independencia judicial". Alegret defendió la actuación de la juez asegurando que "ha trabajado mañana, tarde y noche" para cumplir con su trabajo.
El primer día en que la magistrada empezó a tomar declaración a los detenidos recibió un escrito con 9.000 firmas recogidas entre los vecinos reclamando el encarcelamiento de éstos. Horas después se encontró que no podía acceder al juzgado porque se habían colocado cadenas en las puertas, y tuvo que acudir a la comisaría de los Mossos d'Esquadra a realizar las ruedas de reconocimiento y a tomar declaración a los detenidos.
Alegret explicó ayer que situaciones de presión como ésta "no pueden repetirse", aunque dejó claro que los incidentes no han condicionado la decisión judicial. Con todo, advirtió de que, "si se actúa de este modo, lo que puede ocurrir es que se cometa algún error".
Por otra parte, el abogado de Barcelona Ramon Cobas, que defiende a siete de las personas encarceladas por los hechos, denunció ayer ante el Cuerpo Nacional de Policía la aparición en la puerta de su despacho profesional de pintadas amenazadoras. ¡Asesino! y Cataluña no perdona, rezan las pintadas, que se suman a mensajes amenazadores en su contestador automático y a una cruz pintada en el buzón del despacho.
Los Mossos y la plataforma vecinal creada a raíz del caso se reunieron ayer para estudiar fórmulas de colaboración.
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