"Lo siento, Roger, mala suerte"

"Lo siento, Roger, mala suerte", le dijo Rafael Nadal a Federer cuando ambos chocaron sus manos en la red, tras haberse clasificado para su primera final de Roland Garros. ¡Y era sincero! La desbordante ilusión que estaba sintiendo por haber ganado al número uno del mundo en una semifinal del torneo más importante que se disputa en tierra batida, no le hizo olvidar el respeto que siempre ha sentido por el jugador suizo. "Felicidades y suerte para la final", le respondió escuetamente Federer.

Fue un detalle más de la personalidad de Nadal. Un jugador que recibe constantes mensajes de su entorno más directo, que siempre van dirigidos a controlar su comportamiento y basarlo en la formación y la educación. Ayer, durante el partido, su tío y entrenador, Toni Nadal, aplaudió en varias ocasiones buenas jugadas de Federer a pesar de que Rafael le estaba mirando. Era como si quisiera decirle: "Esto sigue siendo un deporte y hay que reconocer los méritos de los demás".

Ayer, sin embargo, los mayores méritos fueron los suyos. El mallorquín jugó un gran partido y sólo gracias a eso logró vencer a Federer. "Empecé muy bien, con un gran ritmo de partido y rompiendo el saque de mi rival de entrada, tal como quería. Luego, cuando lo rompí de nuevo (4-1), vi que el primer set no podía escapárseme y eso me dio mucha tranquilidad", comentó Nadal. "Después, sin embargo, Federer comenzó a jugar muy bien y mientras eso ocurrió lo pasé muy mal. Alargaba mucho su derecha y me costaba contrarrestarle con el revés. Es el número uno, y lo extraño es que no haya ganado todavía en París, porque pienso que es también el mejor en tierra. Sólo cuando volvió a jugar un poco más corto pude entrar de nuevo en el partido y ganarlo. Creo que después de ceder el saque en el cuarto set comencé a jugar mi mejor tenis".

Ese nivel de aciertos es el que va a necesitar el domingo cuando juegue la final contra el argentino Mariano Puerta, 36º mundial, pero que, si gana el torneo, entrará en los top ten. "¿Contra Puerta?", respondió Nadal. "Encontraré todas las dificultades. Está jugando a un nivel increíble; si no, no estaría en la final. Será complicadísimo. Y sólo si juego muy bien podré ganarle". En sus enfrentamientos previos, Nadal supera al argentino por 2-1. La última vez que jugaron fue en Acapulco. Ganó el mallorquín.

Al concluir su conferencia de prensa, el jugador de baloncesto de la NBA Pau Gasol le trajo un pastel de cumpleaños a Nadal y ambos brindaron en la misma sala de prensa. Nadal lo hizo con zumo de naranja. "No sé si podremos hacer algo especial para celebrar la victoria y mi cumpleaños", comentó. "¿Qué hora es? Las diez, pues todavía me quedan masajes antes de ir a cenar con mi familia. No creo que lo celebre mucho, porque el domingo tengo el partido más importante de mi vida. El mejor regalo ha sido tener a mi familia al lado y haber ganado este partido. Estar en la final es un sueño".

Nadal es el undécimo finalista español en Roland Garros y podría convertirse en el séptimo campeón. El rey Juan Carlos ha anunciado ya su presencia el domingo. La última vez que se enfrentaron dos zurdos -Puerta también lo es- en la final de París fue en 1952. La jugaron Jaroslav Drobny y el estadounidense Frank Sedgman. Ganó el tenista checo.