Un equipo sin estrellas
Los bálticos se pasean por Valencia como si fueran turistas sin temor a ser reconocidos
La lista de los jugadores lituanos que hoy se medirán a los españoles apenas deja algún nombre reconocible. Únicamente resalta el delantero Jankauskas, ex de la Real Sociedad, actualmente cedido al Niza por el Oporto, pero dudoso para el partido por una lesión en los abductores, por lo que ayer se entrenó al margen de sus compañeros. Su ausencia facilitaría las tareas defensivas de España, sobre todo en el juego aéreo, pues mide 1,92 metros.
La de Jankauskas no es la única baja sensible con la que cuenta el seleccionador, Algimantas Liubinkas. Sus dos mejores defensas, Stankevicius, del Brescia, un tallo de 1,90 metros muy polivalente que en Italia ha jugado también de centrocampista, y Semberas, campeón de la Copa de la UEFA con el CSKA de Moscú, están sancionados. Con tales ausencias, la cara más reconocible en Mestalla será la de Danilevicius, delantero del Livorno, de 26 años, que antes de recalar en Italia jugó dos años en el Brujas y otra temporada en el Arsenal, aunque sin casi participación.
"No hay que meterse todos atrás. Hay que aprovechar que España deja jugar", afirmó ayer Jankauskas. Y Liubinskas agregó: "Firmaría el empate. Para clasificarnos necesitamos sumar un punto contra España, ya que los tres últimos partidos los jugamos en nuestra casa [contra Bosnia, Serbia y Bélgica]. Ganar no será fácil".
El combinado lituano, sin casi experiencia internacional, ha formado un bloque decente. Sólo cinco de los futbolistas que jugarán ante España lo hacen fuera de su país: Jankauskas, Danilevicius, el defensa Cesnauskis (Dinamo de Kiev, ucraniano) y los centrocampistas Mikoliunas y Devididas (ambos en el Heart of Midlothian, escocés).
El grupo es tan joven como desconocido. Los futbolistas, hospedados en un céntrico hotel, se pasearon ayer por la mañana por el centro de Valencia como si fueran turistas, sin ser reconocidos, sólo seguidos por una cámara de televisión. Durante su entrenamiento no fueron seguidos ni siquiera por la prensa de su país, donde el baloncesto cuenta con un reconocimiento mucho mayor. La expedición, eso sí, ha solicitado unas 500 entradas para el encuentro de esta noche.
Como selección, Lituania disputa partidos internacionales desde 1992. Desde entonces no ha conseguido clasificarse para ninguna cita mundialista, si bien su marcha en el grupo de clasificación para 2006 deja ciertas esperanzas a sus seguidores de cara a la cita de Alemania. La trayectoria de Lituania no es brillante, pero sí se ha desarrollado con pasos seguros. Ha empatado (1-1) en sus visitas a Bélgica y Bosnia, ha derrotado en sus dos enfrentamientos a la débil San Marino (4-0 y 0-1) y en octubre dejó en tablas (0-0) el choque con España en la fría Vilnius.
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