Pastor Vega, director de cine cubano

El director de cine cubano Pastor Vega falleció el jueves en La Habana, víctima de un cáncer, a la edad de 65 años.

Vega fue uno de los fundadores del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográfica (ICAIC) y durante años dirigió el Festival del Nuevo Cine Latinoamericano, certamen desde donde promovió una nueva estética cinematográfica en la región de fuerte contenido social y basada en el compromiso del artista.

Pastor Vega, hombre de profundo sentido del humor y de ironía punzante, comenzó su vida artística como actor con Raquel y Vicente Revuelta en la compañía Teatro Estudio.

En 1960 entró al ICAIC, donde comenzó como actor y fue después director de documentales y asistente de dirección.

Como documentalista, realizó en 1972 ¡Viva la República!, obra que el diario oficial Granma consideró ayer un clásico del cine cubano.

Casado con Daysi Granados, una de las grandes actrices del cine cubano, realizó con ella como protagonista varias películas, la más famosa Retrato de Teresa (1979), una crítica descarnada al machismo y sobre la liberación de la mujer en la Cuba revolucionaria. El filme, en el que trabajan también sus tres hijos, obtuvo numerosos premios internacionales y fue una de las más taquilleras en su época. Es autor de una veintena de películas, entre documentales y filmes de ficción, entre los que destacan Habanera (1984), Amor en campo minado (1987) y Vidas paralelas (1992). Las profecías de Amanda (1999) fue su última cinta, en la que Granados actuó como protagonista.

De vuelta a las tablas, en 2003 dirigió Diatriba de amor contra un hombre sentado, basado en un texto de Gabriel García Márquez, que se presentó en Cuba y en el Festival Cervantino de México.

Dejó inconcluso un proyecto de ópera campesina en tributo a su padre, Justo Vega, quien fuera un afamado cantante de décimas y promotor de la música guajira. Vega dirigió las primeras 12 ediciones del Festival Internacional de Cine Latinoamericano de La Habana.

La crítica cubana lo consideró ayer un "teórico del nuevo cine que necesitaba nuestro continente para hacerle frente a los malabarismos hollywoodianos" e "impulsor de este movimiento estético y político surgido en los años sesenta".

El pasado abril fue homenajeado por el VI Festival de La Habana en Nueva York, pero no obtuvo el visado de Estados Unidos para asistir al evento. Varios de sus hijos se dedican al cine y al teatro.-