El nuevo barrio de la Zona Franca mezclará el uso residencial con la actividad industrial

La nueva Marina de la Zona Franca de Barcelona será uno de los barrios de la ciudad que concentrará más vivienda social. De los futuros 11.000 pisos, la mitad serán de protección y, de éstos, entre el 40% y el 50%, de alquiler. Otra singularidad del futuro barrio es que mezclará el uso residencial con la actividad productiva industrial que ocupará más superficie de la prevista inicialmente. El consistorio pretende que en la zona se creen unos 10.000 puestos de trabajo y que buena parte de ellos sean de actividad industrial, no un monocultivo de oficinas y hoteles.

En la aprobación inicial del proyecto, que se desarrollará en 14 sectores y tardará unos 10 años en completarse, se ha incrementado el suelo destinado a actividad económica que representará cerca del 27% de los metros cuadrados que se construyan. El resto del techo será para viviendas. El 52,5%, de mercado libre y el restante 47,5%, de protección, además de las viviendas dotacionales -jóvenes y pisos asistidos para la tercera edad-, que serán un millar más. Por tanto, el nuevo barrio será uno de los que concentre más vivienda social de la ciudad, en especial de alquiler, ya que entre el 40% y el 50% de las promociones públicas serán de ese régimen. La población estimada de la nueva Marina de la Zona Franca se calcula en unas 30.000 personas. Hoy viven unas 1.000, la mayor parte de ellas concentrada en la colonia Eduard Aunós. El proyecto tendrá afectados urbanísticos que serán realojados en el barrio.

El nuevo barrio tendrá una extensión equivalente a 40 hectáreas del Eixample. Una extensión -entre el paseo de la Zona Franca, la calle del Foc, las vías ferroviarias y el término de L'Hospitalet, y al otro lado del paseo desde la calle de Metal-lúrgia hasta Montjuïc- que ahora ocupan industrias y almacenes. Una actividad que ocupa a unas 3.500 personas de forma declarada.

La zona central del barrio será la que concentre el mayor parque, de unas tres hectáreas. También será donde se construirá un mercado, muy cerca de donde ahora se está edificando la comisaría de los Mossos d'Esquadra, y donde se agrupará parte de los equipamientos del barrio. Los edificios más altos, de 14 pisos, serán los que tengan el frente al paseo de la Zona Franca y a la calle del Foc. En la parte interior y el núcleo central los inmuebles serán de planta baja más seis pisos.

En la presentación del proyecto, en la que participaron representantes de los vecinos, se subrayó que se perseguirá la ocupación de los locales con actividad tanto industrial como de comercio. También destacaron que la actividad industrial que tenga que salir del barrio por no ser apropiada para convivir con viviendas se reubicará en el polígono industrial de la Zona Franca. "El consorcio de la Zona Franca ha mostrado predisposición a facilitar ubicaciones", señaló el primer teniente de alcalde, Xavier Casas. Joan Clos afirmó que la ciudad quiere hacer en la Zona Franca el ideal del "barrio del siglo XXI". Un barrio que pasará de no tener ni una sola estación de metro a tener tres -de la línea 9-, además de la prolongación de la línea 2.

La transformación de esa zona llevará acompañada una profunda reforma del paseo de la Zona Franca (véase EL PAÍS de ayer), que se convertirá en un bulevar con una amplia zona de rambla o paseo que crecerá a costa del espacio que actualmente ocupan los vehículos.