La venta de cámaras digitales crece pese a la competencia del móvil

Un mercado que parece no tener fin. Las ventas siguen aumentando, las cámaras son cada vez más baratas y mejores. Los derivados y accesorios, como las tarjetas de memoria, se venden mejor que nunca. Las impresoras para fotos, también. Por si fuera poco, los teléfonos con cámara baten todos los record, en ventas, en capacidad, en potencia.

La cámara tipo de este verano para los españoles (uno de cada cinco hogares españoles ya tiene una digital) será la que tenga un sensor de 5 megapíxeles, una pantalla grande de alta definición, con memoria interna y una tarjeta externa, probablemente de tipo xD, de 256 MB, flash, vídeo, conexión USB 2.0, PictBridge (impresión directa)...Precio, entre 300 y 400 euros.

La evolución del mercado español está mirando ya otras cosas aparte de los megapíxeles, principalmente el tamaño de la pantalla y el diseño. Gracias a éste y a los colores atractivos de su modelo Micra, Olympus tiene el liderazgo del mercado en España (ver gráfico), desbancando en el utlimo año a Sony que, sin embargo, acaba de lanzar nuevos modelos Cybershot, ligeros y con la pantalla más grande del mercado.

Sin embargo, los analistas, a pesar de augurar para este año un definitivo entierro de las analógicas, prevén una notable caída de ventas digitales en el 2007, sobre todo debido a la rápida saturación que ha tenido el voraz mercado. Ya este año, por ejemplo, no se crecerá tanto como en el pasado.

Japón que siempre va por delente en el consumo tecnológico, ya empieza a notarlo. Aunque se debe más a la aparición de teléfonos con cámara digital de alta resolución, que a una caída real de las ventas de cámaras.

Otro de los factores que pueden hacer cambiar la tendencia es la bajada de precios continuada que puede favorecer un nuevo mercado, aún incipiente, el de los países en desarrollo.

El fin del carrete

La fotografía digital ha hecho florecer otros mercados, como el de las tarjetas de memoria, las impresoras personales y hasta el resugirmiento de las copias en los laboratorios tradicionales, en principio los grandes perjudicados con la sustitución de los carretes por los archivos digitales.

En definitiva, los que en esta revolución han perdido son los fabricante de película, como Kodak, Fuji o Agfa, que han tenido que reorientar su negocio hacia otras fuentes digitales. Agfa ha suspendido pagos

Lo cierto es que cada día hay más cámaras y se hacen muchas más fotografías. Ahora se pueden ver al instante en la cámara, el ordenador y en el televisor, y la copia en papel tradicional se puede hacer en casa.

Los laboratorios ya reciben más solicitudes y, además, han diversificado su oferta. Admiten los pedidos vía Internet, las imprimen, crean álbumes personalizados, las graban en CD o DVD y hasta ponen ordenadores de autoservicio y quioscos donde servirse uno mismo. Multinacionales clásicas, como Kodak, que está en un proceso de modernización, y Fuji, tiene sus propios modelos de quioscos que tratan de colocar en las tiendas. Entre esta marabunta, la imagen analógica, y pronto también en el cine, tiene los días y los años, respectivamente, contados.