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La policía detiene a un dirigente de los GRAPO en un control de Portbou

Jorge A. Rodríguez

La policía ha detenido durante un control antiterrorista al supuesto miembro de los Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre (GRAPO) Luis Garaboa Bonillo, de 33 años, considerado uno de los dirigentes políticos de lo que queda de esta organización terrorista. El arresto se produjo en el puesto fronterizo de Portbou (Girona), en el interior de un tren procedente de París y con destino a Barcelona, según el Ministerio del Interior.

El detenido huyó de la operación policial que permitió descabezar a la cúpula de los GRAPO en París y que sirvió para arrestar a dos comandos en Madrid y Vitoria, el 18 de julio de 2002. Entonces fueron detenidas 14 personas, incluidos todos los miembros de la jefatura de la banda y sus más destacados activistas.

Garaboa denunció en 2001 en A Coruña que era víctima de "presiones, chantajes y amenazas por parte de la policía". Según publicó la revista Rebelión, vinculada al Partido Comunista de España Reconstituido (PCEr), fue abordado por un policía que le ofreció "ser un colaborador de la policía, un chivato", a cambio de compensaciones económicas y protección policial.

Tras la operación de París, la policía creyó identificarlo como una de las dos personas que atracaron a punta de pistola y al grito de "somos de los GRAPO" una sucursal bancaria de Alcorcón (Madrid) a finales de junio de 2003. La pareja, posiblemente también formada por Ignacio Varela, obtuvo un botín de 200.000 euros.

El ministro del Interior, José Antonio Alonso, calificó a Garaboa como un "miembro relevante" de los GRAPO. El detenido está procesado desde 2003 por un delito de pertenencia a banda armada por el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, que decretó su busca, captura e ingreso en prisión.

Esta organización terrorista ha asesinado a 87 personas a lo largo de su historia, pero ahora prácticamente está extinta. De hecho, policialmente se conoce como grapización al proceso de desaparición de una banda armada que ha perdido su apoyo social, carece de infraestructura pero se resiste a darse como disuelta.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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