La juez del asesinato de Berga realiza 60 ruedas de reconocimiento

La juez que investiga el asesinato de Josep Maria Isanta, ocurrido en la localidad barcelonesa de Berga la madrugada del pasado sábado, ha realizado unas 60 ruedas de reconocimiento para tratar de esclarecer la participación de los 11 adultos y siete menores detenidos. Dos de los adultos arrestados ingresaron en prisión anteanoche acusados de asesinato, mientras que los otros nueve empezaron a declarar ayer.

En cuanto a los menores, cuatro de ellos están ingresados en un centro de la Generalitat por decisión judicial. Las ruedas de reconocimiento ordenadas por la juez se iniciaron la mañana del día 28 y se prolongaron hasta la tarde de ayer en las dependencias de la comisaría de los Mossos d'Esquadra, ya que el juzgado carece de instalaciones para este tipo de pruebas. Fuentes judiciales han explicado que fueron sesiones intensas de varias horas hasta completar las 60 ruedas de reconocimiento con garantías procesales para los acusados, de cinco nacionalidades distintas. En algunos casos, las diligencias se demoraron a causa de la dificultad para completar la rueda con ciudadanos residentes en Berga y poblaciones vecinas con rasgos físicos parecidos a los acusados, nacidos en España, Polonia, Ecuador, República Dominicana y Marruecos.

En varias de esas ruedas de reconocimiento participó una misma persona testigo de los hechos para identificar de entre los sospechosos a los posibles autores del asesinato. Fuentes de la investigación explicaron que, pese a que se practicaron 18 detenciones, las sospechas se centran en cuatro personas, entre las que se encuentra un menor. Hasta el momento, los dos primeros adultos detenidos que declararon ante la juez acabaron en la cárcel Modelo de Barcelona la noche del pasado lunes.

Se trata de Pedro Enrique Méndez Vizueta, de 22 años y nacionalidad ecuatoriana y de Santiago Sánchez Pachón, español de 33. Ambos tienen antecedentes por lesiones, robos, delitos contra la salud pública y atentado a la autoridad. Este último había sido detenido dos días antes de ocurrir el crimen al comprobarse que tenía pendiente una orden de presentación en un juzgado de Cádiz, pero fue puesto en libertad por la policía autonómica al tener domicilio conocido. Al ser detenido tras el crimen se le intervino un puño americano.

La víctima presentaba tres heridas mortales que fueron producidas, como mínimo, por dos armas blancas: una de las de tipo mariposa y un cuchillo. Las dos armas, manchadas de sangre, fueron encontradas pocas horas después de los hechos por los Mossos d'Esquadra en las calles próximas al lugar del crimen y ahora están siendo analizadas.

Por otro lado, unas 1.500 personas se concentraron en la tarde de ayer frente a la plaza del Ayuntamiento de Berga para "exigir justicia". La concentración se enmarca en el clima de presión ciudadana que se está produciendo en la ciudad para reclamar que los detenidos sean encarcelados. Después de media hora de silbidos, los concentrados se trasladaron hasta la comisaría de los Mossos d'Esquadra, donde arrojaron latas de refrescos, informa Enric Badia.

El malestar que el crimen ha generado en el municipio se escenifica también en un clima de rechazo hacia la policía autonómica, al considerar que actuó con pasividad el día del asesinato. El Gobierno de la Generalitat niega con rotundidad la acusación y considera que la actuación de los Mossos fue correcta.