Los recursos de amparo ponen al tribunal "al borde del colapso"

La presidenta del Tribunal Constitucional, María Emilia Casas, advirtió ayer del "riesgo de colapso" del alto tribunal si no se reforma la ley orgánica que lo regula para dar un nuevo contenido al recurso de amparo, que limite el número de los que llegan.

"El Tribunal no puede dar más de sí" aseguró ayer su presidenta, tras desgranar las cifras de actividad correspondientes a 2004, y asegurar que de los 7.951 asuntos ingresados, la inmensa mayoría, un 98,8%, son recursos de amparo. De éstos, hay 505 pendientes de sentencia y 7.580 pendientes de admisión.

Casas manifestó que la tasa de inadmisiones del Tribunal se sitúa en un 96%, y consideró que "no es razonable" que los magistrados constitucionales dediquen la mayor parte de su tiempo al "trabajo en negativo, a algo de lo que no se van a ocupar", en vez de dedicar su tiempo al "trabajo positivo".

Según las cifras aportadas por la presidenta, los recursos de inconstitucionalidad fueron 45, frente a los 36 del año 2003.

Los conflictos positivos de competencia, 17, experimentaron una disminución respecto a los del año 2003, cuando se registraron 22. Un total de 70 cuestiones de inconstitucionalidad supone una clara disminución por contraste con las 96 registradas en el año 2003. Los grandes números de asuntos ingresados se cierran con cuatro conflictos en defensa de la autonomía local y un requerimiento sobre la constitucionalidad del Tratado que establece una Constitución para Europa.

Las resoluciones dictadas por el Tribunal ascendieron a 7.823 (7.251 definitivas), lo que supone un incremento del 7,8% respecto al año anterior. De ese total, 255 fueron sentencias; y 537 autos, el doble que el año anterior.

"Las cifras demuestran, una vez más, la imposibilidad de hacer frente al volumen de trabajo acumulado y de nuevo ingreso. Las soluciones arbitradas con los medios procesales que la legislación ofrece hoy al Tribunal no pueden dar, sencillamente, más de sí" afirmó Casas.

La presidenta insistió en dar la "voz de alarma sobre el riesgo de saturación" del Constitucional, y reclamó una reforma "con prontitud".

En respuesta a una pregunta del magistrado de la Sala de lo Civil del Supremo, Xabier O'Callaghan sobre el conflicto que el Constitucional tiene con esa Sala por la condena contra los magistrados del Constitucional, Casas señaló que no cree que exista "una guerra de Cortes", y estimó que esos conflictos "deben evitarse, aunque son naturales en el sistema".

Sobre la condición de órgano político del Tribunal Constitucional, Casas consideró que "es innegable" que el tribunal "tiene relevancia política, pero es un error", dijo, deducir de ello la "naturaleza política del órgano". Tras 25 años de funcionamiento, la presidenta aseguró que el Tribunal "se ha ganado el puesto que la Constitución le otorga".