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La Jaume I se enfrenta al Ayuntamiento de Castellón por un edificio estatal

María Fabra

El inmediato traslado de la sede de Hacienda en Castellón ha abierto una brecha entre el Ayuntamiento de la capital de La Plana y la Universidad Jaume I. Ambos han iniciado una pugna pública por la cesión del edificio estatal que se encuentra ubicado en una de las más céntricas plazas de la ciudad. La delegación de Hacienda de Castellón trasladará, en breve, su sede. Así, dejará el enorme edificio que hasta ahora ocupaba en Huerto Sogueros. El destino del inmueble ha sido, hasta el momento, una incógnita pero desde que se iniciaron las obras de la nueva sede de este departamento estatal el Ayuntamiento de Castellón mostró su interés por la cesión del mismo para destinarlo, preferiblemente, a algún fin cultural. Sin embargo, el consistorio no debió efectuar la solicitud ante la instancia adecuada porque en el departamento de Patrimonio del Estado no figura, según aseguró el subdelegado del Gobierno en Castellón, Juan María Calles, ningún documento que así lo atestigüe.

Sin embargo, el alcalde de la capital de La Plana, Alberto Fabra, mantiene que el consistorio solicitó en dos ocasiones la futura cesión del edificio al ex ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y al subsecretario de Hacienda, a través de dos misivas.

Mientras el Ayuntamiento, a través de su página web, recababa las preferencias de los castellonenses para determinar el destino del edificio, la Jaume I se adelantaba con una petición formal, realizada la pasada semana, ante la misma subdelegación del Gobierno. El rector, Francisco Toledo, solicitó la cesión temporal del edifico y concretó la idea de convertirlo en la "cara" o la "puerta" de la universidad a la sociedad castellonense.

Tres áreas culturales

Así, mientras en una encuesta "virtual" se debate si el edificio debería convertirse en un centro cultural y juvenil, un edificio administrativo o un centro de asociacionismo, Toledo ya ha apostado por crear en él tres grandes áreas culturales que albergarían una biblioteca universitaria, una gran cyberteca, para el desarrollo y la enseñanza de las nuevas tecnologías con conexión a Internet de alta velocidad, y un innovador centro de autoaprendizaje de lenguas, que ofrecería la posibilidad de aprender idiomas extranjeros, así como valenciano y castellano. El rector no sólo definió el proyecto sino que ya ha marcado plazos y ha asegurado que en verano de 2006 las instalaciones podrían estar dispuestas para su apertura. El subdelegado del Gobierno no se ha significado sobre la institución a la que será cedido el edificio. Pero aún así, ya se ha topado con el resquemor del alcalde, quien manifestó su extrañeza por el hecho de que el Ayuntamiento no tuviera conocimiento de la intención de la universidad antes de hacerse pública, ni a través de la subdelegación ni del rectorado. "Creo que hubo un detalle poco elegante por parte de ambas instituciones", dijo.

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