Coreografía flamenca

El espectáculo cuenta con una puesta en escena característica de La Fura dels Baus. "Se va a parecer a los montajes que hace La Fura, en la parte que nos corresponde, pero se trata de una colaboración con Rafael Amargo y es una coreografía básicamente flamenca", señaló Carlos Pradissa, director artístico de La Fura dels Baus.

El espectador se encontrará con un mundo onírico y futurista a través de un juego con el tiempo y con el espacio. "La obra se desarrolla dentro de la gran virtualidad que hay en el mundo de hoy; como si Don Quijote estuviera delirando y confundiera el mundo. Pero aquí todo es al revés. Donde el ingenioso hidalgo piensa que hay un molino inocente, resulta que lo que hay detrás es una multinacional, quizá apropiándose de la tierras de la gente".

Según Pradissa, la apuesta visual quiere reflejar la influencia del mundo de caballerías en los dos jóvenes protagonistas que, a través de un espejo imaginario, penetran en un mundo fantástico de videojuego: "La idea es que el público se sienta como si tuviera un televisor delante en vez de un escenario".

La historia concluye en Barcelona, y según el director artístico, al final el público deberá salir con la confusión de si lo que ha vivido en este Quijote moderno es el sueño de un loco o la realidad: "Será como cruzar un semáforo en rojo. Se trata de una versión mucho más surrealista que el propio texto cervantino".