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Reportaje:

El regreso del altramuz endémico

Territorio recupera la semilla de una planta silvestre extinguida hace varias décadas

La Consejería de Territorio y Vivienda ha comenzado los trabajos para la conservación de una nueva especie valenciana de planta silvestre, que se extinguió en la naturaleza hace varias décadas, y de la que se conserva una pequeña cantidad de semillas. Se trata de un tipo de altramuz silvestre, cuya distribución natural habría estado restringida en el pasado a los montes de la confluencia de los términos municipales de Real de Montroi, Monserrat y Llombai, y que debió extinguirse progresivamente en los últimos siglos, hasta desaparecer totalmente a principios de la década de los ochenta.

De acuerdo con la información manejada por Territorio, no se conocen datos de su existencia actual o pasada en ninguna otra zona del mundo, por lo que se trataría de un endemismo exclusivo de la Comunidad Valenciana, que pasaría a encabezar la clasificación de plantas amenazadas españolas con posibilidad de ser recuperadas en cultivo y reintroducidas en la naturaleza.

Esta especie de altramuz fue descubierta casualmente hace apenas dos años, a partir de semillas conservadas en la Estación Experimental Agraria de Carcaixent, donde las había depositado un vecino de Real de Montroi a finales de los años setenta, recolectadas en Monserrat. La planta había pasado desapercibida, probablemente por confusión con el altramuz cultivado, cuyas semillas son parecidas. Las pruebas de germinación, que se iniciaron en Carcaixent en el 2003 y continuaron en el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA) en Madrid, bajo la dirección de Higinio Pascual, uno de los principales expertos españoles en leguminosas, confirmaron que se trataba de una especie muy diferente, totalmente distinta a lo que se conoce hasta ahora. Finalmente, en 2004, el profesor Pascual publicó la descripción de esta nueva especie, que recibe el nombre de Lupinus mariae-josephi.

El sitio donde vivía la especie fue transformado por la instalación y ampliación de canteras a cielo abierto, más de 20 años antes de que la planta fuera descrita como nueva para la ciencia. Afortunadamente el tipo de hábitat donde crecía la especie, sobre roquedos calizos, se conserva bien en las inmediaciones de la zona, por lo que su reintroducción podría acometerse en el futuro cuando la germinación in vitro de las semillas salga adelante. Hasta ahora han conseguido germinar algunas de ellas, pero no han logrado sobrevivir. Se prevé que en los próximos meses los trabajos de reproducción den sus frutos.

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