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Reportaje:

Menos madrileña y menos automovilista

La Mutua amplía su cartera de seguros y su ámbito territorial y negocia alianzas con bancos

Mutua Madrileña va a abrir por primera vez, en el último trimestre del año, delegaciones fuera de Madrid, ultima acuerdos para vender sus pólizas en algunas entidades financieras (Santander y La Caixa, entre otras), va entrar de lleno en seguros de dependencia (muy pronto en salud) y además quiere, también por primera vez en la compañía, remunerar a los miembros de su consejo de administración.

Va a pedir a los mutualistas que autoricen que se retribuya a los consejeros con cantidades que no podrán exceder del 1% del resultado neto

El traslado de su sede al edificio de la Unión y el Fénix y el bautizo como Torre de Cristal de la que construye en la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid reflejan sin pretenderlo la nueva filosofía, recreación y transparencia en la gestión, adoptada hoy por la veterana aseguradora.

La Mutua va a ser a partir de ahora algo menos madrileña y algo menos automovilística.

Grandes cambios en puertas para una aseguradora que cumple 75 años y que cerró 2004 con 1,6 millones de pólizas, 539,5 millones de euros de resultado operativo (un 54,1% más que en 2003) y 370 millones de beneficio neto (un 57,4% más que el año anterior).

Su presidente, José María Ramírez Pomatta, que asegura que se encontró cuando accedió al cargo en 2001 una entidad anquilosada, en la que no se había innovado o invertido en décadas, da por finalizado un trienio de renovación interna (permanecen muy pocos consejeros o directivos en los cargos que ocupaban), cambio de alianzas (el Banco Santander ha sustituido al Popular, y Auto Club Repsol, al RACE) y profesionalización de la gestión. "A partir de ahora se abre una nueva etapa y empezamos a trabajar en la Mutua Madrileña del futuro".

"No vamos a crecer un 50% en beneficio o resultado operativo como en 2004 (fue algo excepcional fruto de una gestión más activa y eficaz y de una reducción en siniestralidad y costes), pero vamos a desarrollar nuestra presencia en otros productos y mercados, y además vamos a tener buenos resultados", dice Ramírez Pomatta.

Antes de que finalice el año, Mutua Madrileña, que apuesta por una combinación del seguro presencial y las tecnologías del seguro directo (Internet, teléfono, etcétera), va a contar con delegaciones en Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y A Coruña. La idea es que el 40% de su negocio proceda de mercados ajenos a los tradicionales. Para ello también ultima acuerdos con entidades bancarias (Santander y La Caixa, entre otras) para comercializar productos en sus redes y abordar otros negocios, "pero preservando siempre la independencia".

Muestra de ello, apunta Ramírez Pomatta, es la reciente apertura de una oficina del Santander en "nuestra sede" para facilitar gestiones al mutualista. Un acuerdo que no compromete a la entidad, a Mutua Madrileña, a trabajar en exclusiva con este banco, del que por otra parte es el sexto mayor accionista ( 1,2% de su capital).

Mutua también quiere abordar una expansión que califica de "cualitativa" y que persigue la introducción de un nuevo modelo asegurador, más diversificado y menos dependiente del automóvil, que es muy cíclico y representa hoy el grueso de sus pólizas. "Queremos convertirnos en una aseguradora de vanguardia", dice Ramírez Pomatta, "y para ello, excepto en los sectores maduros del seguro, vamos a entrar en otras modalidades como las denominadas de dependencia y el ramo de vida". En breve, asegura, anunciaremos novedades en seguros de salud. Acaban de anunciar, por otro lado, la incorporación gratuita de un seguro de defensa jurídica a sus pólizas de automóvil como una forma más de bonificar, tal y como se hizo con los servicios de Auto Club Repsol, a sus clientes.

Mutuactivos, su empresa especializada en fondos de inversión y de pensiones, que gestiona 2.000 millones de euros, la mayor parte fondos propios, y registra tasas de rentabilidad por encima de la mayoría de sus competidoras, quiere ampliar en breve su ámbito de actuación a nuevos fondos de pensiones. Además, sus responsables adelantan que en breve harán pública la incorporación de una gran entidad a sus planes de empleo.

Mutua, que acumula un patrimonio de unos 4.300 millones de euros (2.600 en inversiones financieras y el resto en inmobiliarias), presentaba a final de marzo una ratio de solvencia (fondos propios-pasivo total) del 55,23%. Su política de inversiones, además, se ha ampliado a la renta variable para compensar las escasas ganancias de la renta fija, "aunque siempre con criterios de prudencia y seguridad", advierten los gestores, en cuanto a la elección de activos y en cuanto a su participación en el conjunto de la cartera.

La aseguradora va a proponer a la junta general de mutualistas, prevista para el 14 de junio, autorización para remunerar a los consejeros. Remuneración que "en ningún caso podrá exceder del 1%" de los resultados netos de cada ejercicio. La idea, subraya Ramírez Pomatta, es contar con los mejores en el consejo de administración, y para ello hay que pagar y profesionalizar su dedicación.

El presidente, por otra parte, tras la reciente dimisión del director general, Manuel Orúe, "por motivos personales", busca un nuevo número dos, "no necesariamente dentro de la compañía y probablemente tampoco en el sector asegurador", dice, que se haga cargo de la expansión y de la diversificación que nos proponemos. "Aspiramos a contar antes de 2010 con cuatro millones de pólizas", dice.

J. M. Ramírez Pomatta, presidente de Mutua Madrileña.
J. M. Ramírez Pomatta, presidente de Mutua Madrileña.GORKA LEJARCEGI

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