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Entrevista:FRAN | Capitán del Deportivo | FÚTBOL | El adiós de dos futbolistas inolvidables

"Si me veo con fuerzas, igual sigo fuera de España"

Xosé Hermida

Reconoce estar dolido, pero también feliz por la respuesta de la gente, que ha compensado el desaire del club al que ha servido durante 17 años. Desde hace unos días, Francisco Javier González Pérez, Fran, recorre los pueblos de Galicia de homenaje en homenaje, agasajado por esa afición que sabe que pasarán décadas antes de que aparezca en la tierra un futbolista de su categoría. O Neno, como le llamaba Arsenio Iglesias, es ya un futbolista jubilado, aunque todavía no descarte una posible aventura exótica para cerrar su carrera. Y tal vez también para olvidar la amargura de los últimos meses, cuando el club se le echó encima después de que lo denunciase por el impago de unos atrasos.

"En el conflicto con el club me sigo mordiendo la lengua. Pero mi versión saldrá algún día"
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Pregunta. El domingo, al concluir su último partido en Riazor, dijo que no acababa de creérselo.¿Ya ha tenido tiempo para asimilarlo?

Respuesta. Al estar en el césped te cuesta mucho trabajo creer que, dentro de un mes, cuando todos regresen, tú ya no vas a estar. Supongo que lo peor vendrá cuando visite Riazor.

P. O sea, que seguirá yendo a Riazor.

R. ¡Qué remedio! Estoy enganchado al fútbol.

P. ¿Hay algún momento, una jugada, un partido, que se haya venido a la memoria especialmente en estos días?

R. Muchos, pero ninguno en especial. Ni siquiera algún gol, y eso que he marcado pocos. Recuerdo más anécdotas con los árbitros o en algún desplazamiento. Pero me cuesta incluso recordar el día de mi debut. Dicen que fue contra el Burgos. Yo me acuerdo de un partido que jugué en Riazor contra el Sestao que estaba tan nervioso que me dieron calambres. Pero fue el segundo, no el primero. Tenía 18 años.

P. ¿Han sido duros estos días?

R. Quizá menos de lo esperado por los problemas de tobillo que he tenido últimamente. Me he dado cuenta de que he llegado hasta aquí y debo parar. En diciembre me encontraba muy bien. En los entrenamientos me ponía al frente del grupo. Entonces tenía ganas de seguir lo que hiciese falta, hasta los 40 años si pudiese. Pero el último mes me ha costado Dios y ayuda.

P. ¿Cuándo tomó entonces la decisión de retirarse?

R. Al final de la Liga pasada. Estaba empezando a ver cosas que no me gustaban y, aparte de eso, quería terminar de la mejor manera posible, a un buen nivel. Yo no he servido nunca para estar en el banquillo. Sufro muchísimo. El año pasado, a veces no entraba en el equipo y ya estaba medio arrepentido de haber continuado.

P. ¿Y no ha pensado en alguna aventura exótica de esas tan bien pagadas?

R. Todavía no lo descarto. A ver cómo tengo el tobillo dentro de un mes... Si me encuentro con fuerzas, igual me animo a seguir fuera de España. Me han llamado 20.000 representantes para decirme que si hay una oferta de aquí o de allá. Pero tampoco sé hasta qué punto es cierto.

P. ¿Está muy dolido porque el club no le haya querido hacer un homenaje oficial?

R. Yo nunca me había visto dentro del rollo de un partido homenaje. Lo que pasa es que piensas que si después de tantos años no te hacen una despedida... Yo respeto la decisión del club, lo que sí ha sobrado es que anduviesen diciendo por ahí que no nos lo merecíamos. De todas formas, lo del pasado domingo, tras el partido contra el Mallorca, fue mejor que un partido homenaje. Fue una pasada. Tan perfecto que, preparado, no hubiese salido mejor. Los últimos 15 minutos estuve perdido por el campo, con la mente dándole vueltas a los recuerdos.

P. Pero este año, tras el enfrentamiento con el club, ¿no ha sido muy amargo?

R. Duro, duro fue el primer mes, porque además tenía un problema de rodilla y se juntaron demasiadas cosas. A partir de ahí, estuve fenomenal, pero ese mes fue el más duro de mi carrera. Para mí y para mi familia.

P. ¿Sintió que le echaban a la gente encima?

R. Yo sé bien lo que pasó, pero no quise decir nada porque íbamos a estar en guerra todo el año y quería centrarme en jugar lo mejor posible. Me mordí la lengua y me la sigo mordiendo. Ahora bien, mi versión tiene que salir algún día. Y va a salir. No quiero hacerle daño a nadie, sólo que la gente conozca mi punto de vista, porque hasta ahora únicamente conoce una versión. Miro para atrás y me parece increíble que se haya llegado hasta aquí. No entiendo absolutamente nada. Es evidente que una parte de mí está dolida. Han sido muchísimos años. Yo siempre intenté tener el máximo respeto hacia todos: al masajista, a la gente de limpieza del estadio, a los compañeros, al entrenador... Jamás, en toda mi carrera, llegue tarde a un entrenamiento. Nunca protesté, nunca pedí un duro al club porque hubiesen hecho este o aquel fichaje...

P. ¿Cómo ve el Depor del futuro?

R. Se habla mucho del problema económico. Habrá quizá que volver al principio del Superdepor, que surgió sin gastarse mucho dinero. Entonces vinieron Mauro y Bebeto, pero nadie quería a dos brasileños en el mismo equipo porque tenían muy mala fama y se decía que no se adaptaban. Y también se aprovecharon jugadores como Aldana o Nando que no habían querido otros equipos. No se sabe cómo será el futuro. Yo, sinceramente, después del famoso penalti de Djukic, nunca pensé que pudiésemos ganar la Liga. Y al final apareció otra oportunidad.

P. ¿De qué se siente más orgulloso?

R. De haberme sacrificado mucho por el fútbol. Yo con 17 años era muy vago. Luego cambié. Y me he entrenado muchísimo, he hecho muchísimas pesas...

P. ¿Y qué le pesa más no haber logrado? ¿Jugar más con la selección?

R. No, me hacía ilusión, pero tampoco me volvía loco. Y además estaba muy contento aquí. Siempre me ha costado viajar, separarme de la familia... Lo que sí me da mucha pena es que el Superdepor no consiguiese la Liga. Aquel equipo y aquella gente lo merecían. Ganamos la Copa, pero no fue lo mismo.

P. ¿Ya sabe qué planes tiene si definitivamente deja el fútbol?

R. Seguiré haciendo ejercicio, tal vez mountain bike. Siempre me ha gustado correr solo. Y es posible que haga el cursillo de entrenador. Pero sólo por si acaso. No me veo mucho en ese papel.

SCIAMMARELLA

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Sobre la firma

Xosé Hermida
Es corresponsal parlamentario de EL PAÍS. Anteriormente ejerció como redactor jefe de España y delegado en Brasil y Galicia. Ha pasado también por las secciones de Deportes, Reportajes y El País Semanal. Sus primeros trabajos fueron en el diario El Correo Gallego y en la emisora Radio Galega.

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