Chaves, no más cacicadas
La elección de los miembros del Consejo Audiovisual se ha convertido en un espectáculo caciquil y antidemocrático sin precedentes con el que el presidente Chaves está haciendo un alarde de poder para demostrar a los andaluces quién manda en Andalucía y lo que les ocurre a quienes osan criticar al todopoderoso PSOE.
El Consejo Audiovisual es un órgano de extracción parlamentaria cuya función será velar por la transparencia, ética y pluralidad en los medios audiovisuales. Su andadura no ha podido comenzar con más sectarismo y prepotencia por parte del PSOE, que no ha respetado la proporcionalidad exigida reglamentariamente a los nombramientos realizados por el pleno de la Cámara Autonómica y ha decidido unilateralmente alterar la representatividad. Así, los designios socialistas marcados por Chaves han decidido que el Partido Popular con 37 diputados e Izquierda Unida con seis propongan dos miembros del Consejo cada uno.
Esta decisión no sólo es un uso abusivo de su mayoría parlamentaria sino que, claramente, es una vendetta al PP por no haber apoyado el pensionazo de Chaves y el cobro de cesantías por una extensa lista de altos cargos socialistas de la Administración. Chaves ni siquiera ha intentado disfrazar la realidad y admite sin pudor que utiliza su mayoría para castigar al PP por no apoyar las medidas que irónicamente denominan de impulso democrático. Una vez más queda en evidencia el escaso respeto que el PSOE andaluz tiene a las posiciones libres y legítimas a las que la oposición tiene derecho en democracia.
Tras más de 20 años de gobiernos socialistas en Andalucía Chaves está convencido de tener un poder absoluto desde el que puede premiar o castigar a la oposición a su antojo. Esta actitud tiene mucho de reaccionaria y dictatorial y muy poco de democrática. Chaves parece haber olvidado que la esencia de la democracia es el respeto a todas las opciones políticas y al respaldo que éstas tienen de los ciudadanos a través de las urnas.
Chaves no debería olvidar que un millón y medio de andaluces apoyaron con su voto al PP en las últimas elecciones autonómicas y que muchos de los que votaron al PSOE no le dieron patente de corso para utilizar el Parlamento para confundir su mayoría con despotismo y desprecio a la oposición e intentar permanentemente adaptar las reglas democráticas a su interés.
Lo que está ocurriendo con la elección de los miembros del Consejo Audiovisual es sólo un capítulo más de la forma de gobernar del PSOE en Andalucía. Aquí no existe ese nuevo PSOE del talante que José Luis Rodríguez Zapatero programó para su campaña sino que sobrevive el mismo PSOE de siempre, el que quiere controlarlo todo, beneficia a los afines y castiga a quien osa oponerse a sus deseos. Manuel Chaves alienta y propicia cacicadas como ésta que no sólo pretenden aislar al Partido Popular sino enviar un mensaje claro a la sociedad: quien no apoya al PSOE no tiene cabida en Andalucía.
Antonio Sanz es portavoz parlamentario del Partido Popular.
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