El futuro es gris

Los mercados de valores van definiendo poco a poco una dirección negativa para su trayectoria debido más a la ausencia de buenas noticias que a una percepción realmente negativa del futuro.

La ausencia de dinero de refresco se interpreta como una rotunda negativa por parte de los inversores a aceptar los planteamientos que se deducen de los indicadores y de las previsiones económicas, en general bastante grises, sobre todo en un momento en el que el precio del petróleo comienza a recuperar altura. El descenso en el dato semanal de las reservas de crudo en Estados Unidos hizo subir el precio del barril de petróleo por encima de los 51 dólares, causando una preocupación adicional a los inversores.

De poco les sirvió ayer a los inversores españoles que el PIB del primer trimestre confirmara las previsiones al subir a un ritmo del 3,3% cuando el resto de los mercados europeos entraba a valorar la nueva muestra de desconfianza de los empresarios alemanes y el repunte de la inflación, que hace caer en saco roto las demandas de rebaja de tipos de interés.

El Ibex 35 mantiene la ambigüedad de las jornadas anteriores y terminó con un descenso del 0,23% que le aleja un poco más del nivel de los 9.400 puntos. El índice general de la Bolsa de Madrid cedió el 0,15% para terminar en 1.011,07.

La contratación en el Mercado Continuo cayó hasta los 1.611,26 millones de euros, en parte por la casi total ausencia de actividad institucional y, también, porque las operaciones abiertas se quedaron en 1.560,66 millones de euros, prácticamente la misma cifra que el día anterior.

Los indicadores económicos publicados en Estados Unidos, la venta de viviendas nuevas y los pedidos de bienes duraderos, con su primera subida en este año, no pudieron valorarse en su justa medida ante ese nuevo repunte del precio del petróleo que amenaza con enturbiar un poco más el confuso panorama de la economía.

El índice Dow Jones de valores industriales terminó la sesión con un descenso del 0,44%.