La exportación se estanca y eleva un 45% el déficit comercial

El comercio de España con el exterior es cada vez más desfavorable. La diferencia entre importaciones y exportaciones creció un 44,9% en el primer trimestre del año. La fortaleza de las compras al exterior, que crecieron un 12,4%, es el principal motivo de este desequilibrio, con los productos energéticos y las materias primas a la cabeza de los incrementos. En contraste, las exportaciones avanzaron un tímido 1,8%.

España no deja de empeorar su posición exterior. El comercio de bienes arrojó un saldo negativo para el país de 16.804 millones de euros entre enero y marzo. La cifra es un 44,9% más abultada que la del mismo periodo de 2004, según datos publicados ayer por el Ministerio de Industria. La diferencia entre importaciones y exportaciones no ha dejado de aumentar en los últimos años por un crecimiento exponencial de las primeras, impulsadas por la fortaleza de la demanda interna, unido a una evolución muy moderada de las exportaciones. El año pasado, el déficit comercial empeoró un 31,1%.

La compra de productos energéticos al exterior ha experimentado los mayores incrementos, un 42%. El encarecimiento del petróleo, entre otros productos energéticos, determina que cada vez se destine más dinero a adquirirlos, pese a la fortaleza del euro, que permite comprarlos más baratos, pues la operación se realiza en dólares. Las materias primas animales, vegetales y minerales también experimentaron fuertes subidas respecto al primer trimestre de 2004 (un 22%).

Más bienes de equipo

La partida más cuantiosa fue, sin embargo, la de bienes de equipo, que representa casi un 24% de todas las compras. La cantidad destinada a estos bienes creció un 14,4%, animada por los altos beneficios de las empresas, que en parte se reinvierten en la propia actividad.

La mayor parte de los intercambios españoles se producen con la Unión Europea. Un 62,7% de las compras se realiza a países comunitarios, especialmente a Francia y Alemania. Salvo alguna excepción, se han registrado crecimientos en todos los antiguos miembros de la UE. No ocurre lo mismo con los 10 incorporados hace un año, pues la relación comercial ha empeorado respecto al primer trimestre de 2004, cuando aún no formaban parte de la UE. Las importaciones a esos Estados han caído un 17,9%. Tampoco las exportaciones han obtenido buenos resultados (cayeron un 0,5%).

La atonía económica de Europa incide en el pobre resultado global de las exportaciones, que crecieron sólo un 1,8% en el trimestre. La economía de la Unión Europea avanzó un 1,7% en el primer trimestre del año, con tasas inferiores en países como Francia, el principal cliente de los productos españoles.

La ralentización de las exportaciones refleja también la pérdida de competitividad de los productos españoles en el exterior. La inflación, que avanza a ritmos muy superiores a los de la zona euro, y la escasa especialización de la producción española, con un uso limitado de la tecnología, impide mejores resultados. Las exportaciones cayeron en alimentos, materias primas, sector del automóvil y manufacturas de consumo.

Mucho más favorable que en Europa resultó la evolución del comercio con América Latina. Las ventas a esa región crecieron un 14%, y las importaciones, un 19,2%. En cambio, con América del Norte las ventas cayeron un 6,5%, casi el doble que las compras, que descendieron un 3,4%.

La zona euro ha registrado en el primer trimestre un superávit comercial de 6.100 millones de euros, frente a los 19.100 del mismo periodo del año anterior, según datos de Eurostat, la oficina estadística comunitaria.