La deuda de las familias supera por primera vez sus rentas anuales
El Banco de España señala que el rápido aumento del crédito puede dañar la solvencia del sector
El Banco de España está haciendo gala de su constancia. En el Informe de Estabilidad Financiera, hecho público ayer, advierte de que la deuda de los hogares crece más rápido que sus rentas. De hecho, por primera vez en 2004, la deuda se sitúa en el 105% de la renta bruta disponible de los hogares, que incluye los salarios y otros recursos que destinan al consumo y al ahorro. El supervisor dice que la posición patrimonial es sólida, pero alerta del riesgo de una subida de los tipos de interés. A la banca también le avisa de que el rápido crecimiento del crédito (20%) puede dañar su solvencia.
El Banco de España mide sus palabras, como es habitual, pero advierte con claridad de los riesgos que están asumiendo las familias españolas. Por un lado, afirma que la riqueza neta de los hogares "ha seguido ascendiendo, gracias, sobre todo, a la revalorización de la vivienda".
Esta afirmación podría reducir la consideración del problema, pero hay que recordar que la institución que dirige Jaime Caruana ha advertido en varias ocasiones de que el precio de la vivienda sigue creciendo "por encima de lo justificable", por lo que la sobrevaloración del coste de los pisos puede superar el 20%.
El Banco de España confía en una corrección "ordenada y suave" de este boom, pero considera que, cuanto más tiempo se mantenga la escalada de los precios, mayor será el riesgo de un ajuste brusco. El año pasado, el precio de la vivienda creció por encima del 17%, afirma esta institución. Según la Encuesta Financiera de las Familias, realizada por el Banco de España, la vivienda en propiedad representa el 79% de la riqueza de los hogares.
Riqueza incierta
Es decir, que la riqueza se basa en unos activos sobrevalorados. Además, advierte de un segundo riesgo: este sobreendeudamiento se produce "en un contexto caracterizado por reducidos tipos de interés, tanto nominales como reales", lo que supone "un elemento adicional de sensibilidad ante posibles perturbaciones adversas en los tipos de interés o en el empleo", afirma con rotundidad el Banco de España.
Esta institución explica que durante el segundo semestre de 2004 la deuda de los hogares "creció a ritmos cercanos al 20%, aunque se observó una cierta desaceleración". Esta ligera bajada del ritmo se debió al escaso freno que ha registrado el crédito para la adquisición de la vivienda, "que siguió avanzando por encima del 23%".
El resultado es que el ratio entre la deuda y la renta bruta disponible de los hogares "continuó aumentando, hasta situarse en un nivel superior al 100%". Según los gráficos del supervisor, este porcentaje ha subido hasta el 105%, frente al 90% de 2003. La estadística oficial afirma que mientras la renta disponible bruta (que incluye sueldos, rentas no salariales, remuneración de los asalariados descontando los impuestos y las transferencias corrientes pagadas) era de 511.509 millones en 2004 frente a los 526.900 millones de endeudamiento de las familias. En 2003 las deudas de los hogares eran de 441.300 millones, frente a una renta de 480.082 millones y en 2002 las familias debían 372.300 millones contra una riqueza de 453.239 millones.
Este crecimiento de la deuda también bate récord cuando se compara con el producto interior bruto, ya que se ha situado en el 75% del PIB.
Menor solvencia
El otro capítulo del Informe de Estabilidad Financiera hace referencia a los bancos y las cajas de ahorro. El fuerte aumento del crédito también está afectando a la solvencia de las entidades, si bien la institución dirigida por Jaime Caruana hace la advertencia de que la compra del Abbey por parte del Santander ha alterado sensiblemente los ratios del sector.
No obstante, afirma que "continúa el desequilibrio entre inversión y financiación del sector privado residente, lo que puede plantear retos a medio plazo para las entidades". A juicio del Banco de España, las entidades han experimentado en 2004 "un incremento de la rentabilidad, si bien los diferentes coeficientes de solvencia han proseguido con su tendencia descendente".
En otro párrafo del informe dice que "el fuerte crecimiento del crédito, en la medida en la que podría trasladarse en morosidad futura, requiere una atención permanente por parte de las entidades". El informe también pone de manifiesto el desequilibrio que existe entre el ahorro captado y los préstamos concedidos, también como consecuencia de la falta de capacidad de ahorro. De hecho, afirma que las entidades continúan financiándose "con emisión de valores y apelando al mercado interbancario exterior, lo que presiona al alza sobre el coste medio de su pasivo". También aquí advierte a las entidades de que los tipos pueden subir, lo que puede presionar más los márgenes.
El informe señaló que bancos, cajas y cooperativas de crédito obtuvieron en 2004 un beneficio neto atribuido de 13.441 millones, un 19,3% más que el ejercicio anterior. La razón del crecimiento es el mayor volumen de negocio, los ahorros de costes y las comisiones, que se han triplicado en los últimos 12 años. Sólo en 2004 las entidades cobraron 14.527 millones por comisiones.
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