Los topógrafos sitúan el vertedero de Fenoll entre Orihuela y Murcia

La Inspección de Trabajo de Murcia ha recurrido a un estudio topográfico para asegurarse si es competente o no para investigar la muerte de un operario en un vertedero ubicado justo en el límite entre la pedanía oriolana de La Murada y Abanilla (Murcia). Un informe de expertos en topografía revela que la instalación, propiedad del industrial Ángel Fenoll, ocupa terrenos en ambos términos. Sin embargo, el punto en concreto donde el trabajador, un hombre de 36 años, fue sepultado por toneladas de basuras pertenece al término de Abanilla. De ahí, que la Inspección de Murcia haya decidido seguir adelante con la investigación a raíz de una denuncia presentada por el grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de Orihuela. La Inspección murciana ha anunciado, no obstante, que dará traslado de su informe final a la Fiscalía.

La instalación, que tras el siniestro laboral ha sido arrasada por un incendio el pasado fin de semana, es propiedad del industrial Ángel Fenoll. El empresario defiende que la totalidad de la planta se encuentra en el término municipal de Abanilla y que cuenta con los permisos del Gobierno de la Región de Murcia. Los vecinos de la pedanía de la Murada y los grupos de la oposición del Ayuntamiento oriolano mantienen que la instalación es ilegal porque se ubica en el término de Orihuela y no cuenta con permisos ni del Ayuntamiento ni del Consell. Esta parte basa su argumentación en una sentencia del juzgado número 2 de Orihuela, que en diciembre de 2002 decretó que el vertedero está en la partida Los Vives, en el término municipal de Orihuela.

El informe topográfico encargado por la Inspección de Trabajo de Murcia y el incendio declarado en la tarde del viernes añaden más confusión al polémico vertedero, que funciona desde mediados de los noventa. La planta recibe basura de diversos puntos de la Comunidad Valenciana y hasta de países de la Unión Europea.

Perímetro acotado

El fuego, controlado finalmente en la tarde del domingo, comenzó precisamente en la zona donde el siniestrado operario quedó sepultado por la basura. Todo el perímetro del hoyo estaba acotado por orden judicial y de la Inspección de Trabajo precisamente con el propósito de preservar las pruebas para el esclarecimiento del accidente laboral. El incendio, fortuito según ha informado un portavoz oficial de la empresa, ha frustrado ese objetivo de preservar las pruebas.

El origen del fuego también ha acarreado la apertura de una investigación por parte de un juzgado de Murcia. Además, agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil también realizaron una exhaustiva investigación sobre el incendio. Mientras, los vecinos de la Murada presentaron una denuncia por el supuesto impacto del humo del incendio en la salud pública.