Elche presenta su 'bólido'
La Universidad Miguel Hernández viaja a Francia para competir en una carrera de bajo consumo
Un equipo integrado por 42 estudiantes de la Universidad Miguel Hernández de Elche participó este fin de semana en Nogaro (Francia) en la carrera de coches Sell-Ecco Maratón. En esta carrera se compite con prototipos que deben recorrer el máximo de distancia posible con sólo un litro de gasolina. El equipo ilicitano participó con el vehículo Dátil II. El año pasado acudieron a esta carrera por primera vez y consiguieron el tercer puesto de las universidades españolas con un recorrido de 311 kilómetros. Este año se ha conseguido superar considerablemente esta distancia. En la prueba participaron cerca de 300 equipos de todo el mundo, entre ellos los de las universidades Politécnica de Valencia, Politécnica de Cataluña, la Universidad de Sevilla, la de Girona y la de Valladolid.
Esta actividad, según el coordinador del proyecto con el que participó la Miguel Hernández, Miguel Ángel Oliva, "es para nosotros una experiencia docente, el coche lo fabrican los alumnos, mientras que hay escuelas que ponen en el prototipo todo su potencial investigador". El coche de este año fue mejorado considerablemente respecto al primer vehículo. Los estudiantes, de las titulaciones de Ingeniería Industrial e Ingeniería Técnica Industrial Mecánica se dividieron en grupos, unos diseñaron y desarrollaron el chasis, otros el motor, otros la carrocería, y un grupo se dedicó a buscar patrocinadores. Han trabajado desde noviembre en este proyecto.
El Dátil II tiene 3 ruedas, un motor de cuatro tiempos de 25cc y un caballo de potencia. Pesa 20 kilogramos y rueda a tres centímetros del asfalto. La dirección es uno de los elementos más innovadores, consta de un eje entre las ruedas que gira en torno a una rótula central. Los frenos son de bicicleta.
El chasis es de aluminio y la carrocería es de poliéster con fibra de vidrio. "El secreto está en reducir al máximo la resistencia aerodinámica, la resistencia mecánica, el peso y optimizar al máximo el motor" aseguró el profesor, quien indicó además que la conducción debe ser también especial, ya que "para conseguir ahorrar combustible hay que ir apagando y encendiendo el motor y todo ello sin bajar de 30 kilómetros por hora, que es la velocidad mínima".
Los pilotos de los prototipos deben pesar más de 45 kilogramos, según las normas de la prueba. La Universidad Miguel Hernández acudió con dos pilotos, dos estudiantes de ingeniería industrial, Luis Miguel Mora y Paloma Sevilla, ambos superaban levemente el peso mínimo.
El proyecto ha contado con un presupuesto de 12.000 euros, que les ha permitido fabricar dos motores, y poder así realizar pruebas y reponer piezas que se rompieron durante las simulaciones y ensayos.
El equipo de la Universidad de Elche fue el más numeroso del circuito: viajaron a Francia 35 estudiantes, cuando los equipos participantes constaban de unos siete o diez componentes.
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