El presidente afgano pide a Bush que castigue a los torturadores
La muerte de dos prisioneros ensombrece el viaje de Karzai a EE UU
El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, pidió ayer al Gobierno de EE UU que castigue de forma "muy enérgica" a los soldados que torturaron, hasta matarlos, a dos prisioneros afganos. Karzai viajó ayer hacia EE UU para una visita de cuatro días, que podría verse ensombrecida por esos supuestos malos tratos a presos afganos en la base estadounidense de Bagram, en Afganistán.
Según The New York Times, que divulgó el pasado viernes una investigación del Pentágono sobre esas muertes, "el documento de Bagram describe a soldados jóvenes, con mala instrucción, en repetidos incidentes de abuso", pues "el trato brutal, que resultó en cargos criminales contra siete soldados, fue más allá de los dos casos que terminaron en muertes".
"Me ha impresionado mucho y lo condenamos. Queremos que el Gobierno de EE UU tome medidas muy enérgicas para retirar a gente como esa que trabaja con sus fuerzas en Afganistán, y así se lo diré al presidente [George W.] Bush", declaró ayer Karzai poco antes de abandonar Kabul. Pidió, además, "un castigo severo para los culpables" y aseguró que insistirá en que no debe haber "interferencias" de otros países en Afganistán.
"No pueden seguir acudiendo a las casas de nuestra gente sin el conocimiento del Gobierno afgano. Si quieren a un sospechoso, nos lo deben comentar y el Ejecutivo afgano tomará decisiones en consecuencia", afirmó el presidente. Karzai reiteró también su demanda de que EE UU debe entregar a Afganistán a todos los prisioneros afganos que tiene en su poder y declaró que en su viaje buscará afianzar las actuales relaciones de cooperación entre los dos Gobiernos.
"Malos individuos"
Además, indicó que actos como las torturas divulgadas por el diario neoyorquino "no reflejan" la actuación de los estadounidenses, pues, precisó, "hay malos individuos" en todos los ejércitos y en todas las sociedades. El viaje a EE UU de Karzai, uno de los grandes aliados de Washington, puede verse ensombrecido por esas presuntas torturas y la supuesta profanación del Corán en la base de Guantánamo, que causó 15 muertos en una serie de protestas en Afganistán. Miles de afganos se manifestaron la semana pasada contra EE UU en todo el país después de que se difundiera que los responsables de Guantánamo tiraron ejemplares del Corán por el retrete para molestar a los presos a los que interrogaban. Esa información la difundió la revista estadounidense Newsweek, que posteriormente se retractó.
Por su parte, el presidente estadounidense destacó ayer los avances que su Gobierno está realizando en la democratización de Oriente Próximo y Afganistán, pero no comentó las torturas a prisioneros o la supuesta profanación del Corán.
Ayer, un soldado estadounidense murió y otros dos resultaron heridos tras la explosión de un coche bomba cerca de un control de Estados Unidos en el sur de Afganistán, según informó un portavoz del Ejército norteamericano. Los dos heridos fueron trasladados a la base estadounidense en el sur de Kandahar para recibir tratamiento médico.
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