Camps obvia el Estatut en la mitad de su mandato y Pla pide uno de primera

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, eludió ayer hablar del Estatut d'Autonomia en el acto convocado para celebrar sus dos años al frente del Consell, que contó con la presencia del líder nacional del PP, Mariano Rajoy. Mientras, el comité nacional del PSPV-PSOE refrendó ayer la negociación para la reforma estatutaria liderada por su secretario general Joan Ignasi Pla. El dirigente socialista le pidió a Camps que no frustre la oportunidad de aprobar un Estatut "de primera".

Los populares y los socialistas valencianos organizaron ayer sendos actos de partido. Los primeros, en el Palau de la Música de Valencia, donde se celebró el mitin con el que se cerraron los actos de balance de los dos años de la gestión de Francisco Camps al frente de la Generalitat y que contó con la asistencia del presidente nacional del PP, Mariano Rajoy. Y los segundos, en la sede de su partido, también en Valencia, donde se reunió el Comité Nacional, máximo órgano del partido entre congresos, ante el que el secretario general, Joan Ignasi Pla, también se refirió al ecuador de la legislatura. Pero fueron actos bien distintos.

Pla dedicó la mayor parte de su discurso a evaluar la gestión del PP en los estos dos años, en los que a su juicio Camps "ha defraudado las expectativas" y ha actuado "por impulsos y ocurrencias", pendiente de la imagen y sin proyecto político de "hacia dónde quiere conducir a la Comunidad Valenciana". El líder del PSPV denunció un retroceso "constante" de la democracia. Y al hablar de la reforma estatutaria lanzó una llamada a Camps para que "no frustre" la oportunidad de lograr un Estatut "de primera".

Por su parte, Camps eludió hablar del Estatut, a pesar de que ambos se reunirán el martes para intentar cerrar la negociación que mantienen desde hace meses. Rajoy sí que habló del asunto. "Este partido apoyará los cambios razonables, para que la gente viva mejor, la reforma del Estatut; pero nada que vaya contra la unidad nacional", dijo. Al hablar de sus dos años de gestión, Camps tuvo buen cuidado de reconocerse heredero de su predecesor Eduardo Zaplana, quien, con semblante serio, estaba sentado en un extremo de la primera fila de butacas. Pero lo hizo sin alharacas.