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Rajoy apuntala a Camps en su segundo año de gobierno y descarta una crisis en el Consell

El jefe del Consell se reconoce heredero de Zaplana y Olivas, presentes en el mitin

El presidente del PP nacional, Mariano Rajoy, recurrió ayer a los superlativos para apuntalar el liderazgo del jefe del Consell, Francisco Camps, y enfriar los ánimos de quienes apuestan en el seno de su gabinete por una remodelación. "Aquí nos van a ir las cosas bien porque tenemos un gobierno brillante y un extraordinario Paco", sentenció Rajoy en el mitin del Palau de la Música de Valencia, lleno a reventar de cargos populares, en el que se hizo balance de dos años. Camps, en su alocución, se reconoció heredero de la gestión de Eduardo Zaplana y José Luis Olivas.

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La de ayer fue en el PP una jornada de diplomacia vaticana dedicada a trasladar a la sociedad una imagen de unidad y fortaleza, que la crisis entre campistas y zaplanistas ha roto de manera periódica.

Mariano Rajoy llegó a primera hora de la mañana para recorrer en compañía del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, y la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, las obras del Palau de les Arts, una de las infraestructuras más importantes que culminará en esta legislatura el actual Consell.

Desde allí, Rajoy acudió al Palau de la Música de Valencia, donde a mediodía estaba previsto que se iniciase el mitin con el que ayer se cerraron los actos de balance de los dos años de gobierno de Camps. Un auditorio en el que Eduardo Zaplana hizo la entrada por su cuenta y al que se recibió con una salva de aplausos. Zaplana, que inicialmente no tenía previsto acudir, ya que no iba a intervenir como orador, se desplazó a Valencia por expreso deseo de Mariano Rajoy, que llegó al escenario acompañado por Camps, Barberá y un séquito en el que figuraba buena parte del Consell, incluida la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel.

Camps saludó a un Zaplana de semblante serio, sentado en un extremo de la primera fila de butacas junto al vicesecretario regional del PP, Ricardo Costa, cuya presencia vetó semanas atrás durante un acto de partido en Valencia para valorar el primer año de Gobierno socialista.

Intervinieron Barberá y el presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, y ninguno mencionó a Zaplana. Luego, el vídeo explicativo de los dos años de gobierno Camps se abstuvo de sacar imágenes de los políticos allí presentes y se limitó a ensalzar la gestión: hospitales, escuelas, etc.

En su turno, el presidente del PP de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, tuvo buen cuidado de reconocerse heredero de Zaplana, de manera elegante pero sin alharacas. "El potencial de la Comunidad Valenciana fue puesto en valor gracias a los gobiernos del PP. Esta Comunidad se pone en marcha cuando llega Eduardo Zaplana a la presidencia de la Comunidad Valenciana", prosiguió Camps, "en la que puso siete años de esfuerzo y trabajo al servicio de la Comunidad Valenciana". "Y José Luis Olivas [también presente en el patio de butacas] culminó las dos legislaturas, mientras en paralelo España había sido gobernada por Aznar", continuó Camps, "Hoy la Comunidad sigue gobernada por el PP. Hemos seguido vertebrando y haciendo posible que esta Comunidad sea un referente en España". En este punto, el presidente de la Generalitat defendió su gestión y se dedicó a recorrer las dos principales vías de su argumentario: el agua y la alianza de Rodríguez Zapatero con Esquerra Republicana.

Con el escenario perfectamente engrasado, Rajoy salió a la tribuna de oradores a criticar al Gobierno socialista y a poner a punto al PP valenciano. "No sé por dónde empezar, pero lo más importante que debo deciros es gracias. Sois un partido pujante, con ilusión, con sentido del humor, divertido, el mejor de los que tenemos en España", dijo Mariano Rajoy, que entró pronto en materia: "Paco Camps es un extraordinario presidente de la Comunidad Valenciana. Todos nos sentimos orgullosos de él aquí y en toda España".

"El PP es sinónimo de buena gestión. La Comunidad Valenciana crece y prospera porque tiene un gobierno que se ocupa de los problemas de la gente", dijo Rajoy, que no olvidó enumerar las principales reivindicaciones que Camps y su Consell han realizado frente a los socialistas.

El dirigente nacional del PP volvió a reivindicar el trasvase del Ebro para el Levante español, los fondos de transición de la Unión Europea para la Comunidad Valenciana, que dejará de ser Objetivo 1 en 2007, una política económica "que ayudara a la política del gobierno de la Generalitat".

El líder de la oposición en el Congreso también explicitó su apoyo a la reforma del Estatut propuesta por Camps. "Este partido apoyará los cambios razonables, para que la gente viva mejor, la reforma del Estatut; pero nada que vaya contra la unidad nacional".

Tras los aplausos Rajoy, acompañado por Camps, marchó rumbo al aeropuerto, mientras Zaplana se quedaba a un almuerzo con los suyos.

Rus: "Los de pueblo hablamos valenciano"

El mitin de Rajoy y Camps estuvo precedido ayer por dos parlamentos bien distintos, aunque elaborados por dos dirigentes que tienen en común el populismo: Alfonso Rus y Rita Barberá.

Rus buscó en su alocución la línea más simple: la del ánimo a la militancia, el chiste de taxista y el elogio al líder. Así, el alcalde de Xàtiva no tuvo ningún reparo en dar las gracias a toda la militancia provincial, comarca por comarca: "Tengo que decir que sois todos unos fenómenos".

Habituado a expresarse en valenciano, Rus se sintió obligado, en un momento dado, a cambiar de lengua en un acto que se realizó íntegramente en castellano -a excepción de la voz en off que anunciaba al orador- y confesó: "Perdonadme, porque los de pueblo hablamos en valenciano, pero Mariano se merece ese respeto y voy a hablarle en castellano".

Tras hacer un barrejat de castellano y valenciano en su intento por dirigirse a Rajoy, el presidente del PP de la provincia de Valencia volvió a insistir: "Perdonadme, pero soy de pueblo, ¿qué le voy a hacer?". Formuladas nuevamente las disculpas, Rus prosiguió y recurrió al chiste de un taxista italiano para criticar a Zapatero. Tras las sonrisas, acabó en el tono inicial: "Tenemos un gran líder y un gran presidente de la Generalitat. El número uno de la Comunidad Valenciana, Paco Camps".

Por su parte, Barberá fue la encargada de abrir el mitin con un discurso cargado de críticas al Gobierno central: "No sé si tengo 10 millones de crédito o 500 [para la Copa del América], los socialistas son cicateros con Valencia". "Zapatero no vislumbra ni entiende el sentido de la palabra España". "Que vaya él a negociar [con ETA] y si se atreve que mire a los ojos de Josu Ternera y Pakito".

Barberá acabó con elogios: "Juntos, Paco y yo aprendimos a gobernar desde la misma pasión por Valencia y por España".

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