Alud de críticas a Carod por ausentarse del homenaje a Rabin

El líder de Esquerra Republicana, Josep Lluís Carod, recibió ayer un aluvión de críticas tras negarse a participar en un homenaje al ex primer ministro israelí Isaac Rabin porque en el acto no ondeaba la bandera catalana. Los reproches llegaron desde los grupos políticos del PSC, el PP y CiU. Ayer se vivió otro conflicto de banderas, después de que se retirara una española, y sí figurara la catalana, en una corona de flores como ofrenda a las víctimas del holocausto.

El secretario general del PP, Ángel Acebes, reprochó a Carod que se ausentara en el homenaje a "una víctima del terrorismo", en alusión a Rabin, que murió asesinado en 1995 por un fundamentalista judío. Acebes calificó la actitud del líder republicano de "un numerito que es malo para Cataluña".

Los ataques a Carod no fueron algo exclusivo de los partidos de la oposición. Manuela de Madre, presidenta del Grupo Parlamentario del PSC (que junto a ERC e ICV integran el Gobierno catalán), criticó que Carod no estuviera presente en la ofrenda floral "a un hombre que murió precisamente por defender que las banderas no nos separen". Aun así, el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, tildó de "pequeña anécdota" la polémica y pidió que "no se pierda más tiempo" en este asunto.

Ayer, Maragall participó en otro homenaje, esta vez una ofrenda floral en la cripta del recuerdo del Museo del Holocausto en Jerusalén. En esta ocasión sí participó Carod, ya que no ondeaba ninguna bandera. La corona de flores encargada por la Embajada española en Israel volvía a llevar la bandera española añadida con alfileres a la catalana. Pero un funcionario de la embajada dejó sólo la catalana para evitar nuevas polémicas, según informa Francesc Valls. No obstante, el Ministerio de Asuntos Exteriores pidió ayer explicaciones al embajador en Israel, Eudaldo Mirapeix, por no aparecer la cinta con la bandera española. Desde CiU se aprovechó la polémica para atacar al Gobierno catalán. El presidente de la federación nacionalista, Artur Mas, responsabilizó a Maragall de que no ondeara la senyera en un acto oficial, y en cambio dijo "entender" el disgusto de Carod, cuya ausencia tachó de simple "anécdota". No opinó exactamente lo mismo el secretario general de CiU y líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, que tildó el abandono de Carod de "espectáculo".

Tan crítica como los partidos políticos catalanes fue la diplomacia israelí ante la ausencia de Carod. El portavoz de la Embajada de Israel en España, Jackie Eldan, lamentó que el homenaje a Rabin quedara afectado por un asunto "de uso interno". Esta crítica coincidió con otra del embajador, Víctor Harel, que exigió ayer al Ayuntamiento de Barcelona que "rectifique y retire" un manual escolar que el consistorio distribuirá a los institutos en el que se compara el holocausto judío con "el muro de la vergüenza" israelí y "el encierro de prisioneros talibanes" en Guantánamo. Sin embargo, la concejal de Educación, Marina Subirats, aseguró que el ayuntamiento barcelonés no piensa eliminar el símil que usan los dos autores del libro.

Pese a las críticas recibidas, Carod justificó ayer su acción al asegurar que "no tenía sentido" participar en el acto "si no ondeaba la bandera" catalana. Su grupo, ERC, echó ayer más leña al fuego al pedir al Gobierno que congele la cooperación técnica con Israel hasta que este país paralice la construcción de nuevos asentamientos y respete los derechos humanos.