Un antes y un después de 1936

En la España del siglo XX existe, sin duda, un antes y un después de 1936, del estallido de la Guerra Civil. Antes asistimos a la decadencia de la Monarquía y del sistema de la Restauración y, sobre todo, a la proclamación de la II República. Después del conflicto, el país sufrió cuatro décadas de dictadura militar acompañadas de exilio, represión y silencio para los disidentes. No resulta gratuito, pues, que muchos historiadores califiquen los años treinta como la época más intensa, agitada e importante de toda la centuria. Tiene por ello toda su lógica que la aceleración vivida en la década republicana haya despertado la pasión de los historiadores y de los ensayistas. Una fascinación correspondida por un público lector, ávido de conocer la España que vivieron sus padres o sus abuelos en un país donde el sistema educativo presenta abundantes lagunas en el conocimiento de la historia reciente. Docenas de libros de no ficción han aparecido en los últimos meses, desde textos eruditos para especialistas hasta crónicas para todos los públicos pasando por biografías de personajes famosos o análisis de partidos políticos.

Entre el revisionismo derechista, que ha pretendido equiparar a los golpistas de 1936 con los demócratas, y frente a ocasionales sectarismos de la izquierda, el veterano escritor Juan Eslava Galán ha publicado Una historia de la Guerra Civil que no va a gustar a nadie (Planeta), cuyo elocuente título ya muestra las intenciones del autor. Centrado sólo en el conflicto bélico y en un partido fundamental en la época, la británica Helen Graham ha escrito El PSOE en la Guerra Civil. Poder, crisis y derrota (1936-1939) en Debate. Las biografías han ocupado también la atención de los historiadores y la oferta incluye la de la comunista Dolores Ibárruri, de Juan Avilés, en Plaza & Janés; las dos dedicadas a la anarquista Federica Montseny, aparecidas en Espasa y en Temas de Hoy, obras de Susanna Tavera e Irene Lozano, respectivamente; otra sobre el socialista y primer ministro durante la guerra Francisco Largo Caballero, de Juan Francisco Fuentes, en la editorial Síntesis, y una última acerca de una de las figuras más desconocidas, el comunista Andreu Nin, obra de José María Zavala, en Plaza & Janés.

Y tras la guerra llegó el destierro para muchos y buena muestra de ello es De la Guerra Civil al exilio. Los republicanos españoles y México (Biblioteca Nueva), que repasa la acogida que el Gobierno de Lázaro Cárdenas dispensó a los refugiados. Los barcos del exilio (Oberon), de Emilio Calle y Ada Simón, cuenta las dramáticas experiencias que vivieron todos aquellos que huyeron por mar. Una curiosidad bibliográfica sobre esta época es la guía de Marc Ripol, Las rutas del exilio (Alhena Media), que recorre evocadores parajes, especialmente de Cataluña y del sur de Francia.

Mientras los exiliados intentaban acostumbrarse a sus países de acogida, el general Francisco Franco encarcelaba a miles de opositores como refleja Cautivos. Campos de concentración en la España franquista (1936- 1947), del historiador aragonés Javier Rodrigo (Crítica). En la misma línea de reivindicación de una memoria olvidada se halla Las fosas de Franco (Temas de Hoy), de Emilio Silva. Para leer lo que vino después, Javier Tusell nos dejó como obra póstuma Dictadura franquista y democracia (Crítica).