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Reportaje:FERIA DEL LIBRO DE MADRID

Actualidad y modernidad

Rafael Moneo está en el candelero; y no sólo por la polémica sobre su ampliación del Museo del Prado, sino también porque en los últimos meses se han publicado dos libros que reflejan su doble faceta de profesor universitario y arquitecto profesional.

El primero de ellos, titulado Inquietud teórica y estrategia proyectual en la obra de ocho arquitectos contemporáneos (Actar), recoge los textos y las imágenes de una serie de clases monográficas que Moneo impartió originalmente en la Universidad de Harvard entre 1992 y 1994, y que luego repitió en el Círculo de Bellas Artes de Madrid en 1995. En ellas, el Moneo profesor y crítico analiza la obra de las figuras que considera más relevantes en el panorama arquitectónico de las últimas décadas: Stirling, Venturi & Scott Brown, Rossi, Eisenman, Siza, Gehry, Koolhaas y Herzog & De Meuron. Moneo no es un autor muy prolífico, y sus textos poseen una lucidez crítica que no abunda en estos tiempos, por eso sus publicaciones suelen convertirse enseguida en superventas.

En los últimos meses han aparecido varios libros que vuelven a centrarse en el estudio de la arquitectura "moderna"
Están apareciendo una serie de libros en formatos pequeños, que muestran la producción de estudios de arquitectura bastante jóvenes

El segundo de los libros relacionados con Moneo es una voluminosa monografía publicada por El Croquis en la que se incluye prácticamente toda la obra del arquitecto, desde sus comienzos hasta la ampliación del Prado. Titulada Rafael Moneo, 1967-2004: una antología de urgencia, su interés no se limita a la generosa exposición gráfica de los edificios y los proyectos, sino que se amplía con la inclusión de seis "textos obligados" del propio Moneo, entre ellos el célebre Sobre la noción de tipo, un ensayo fundamental para entender el concepto de tipología en la arquitectura. El libro cuenta además con tres entrevistas realizadas en momentos distintos (1985, 1994 y 1999) y con artículos de Josep Quetglas y William Curtis.

Esta clase de lustrosas monografías no es muy frecuente en el panorama editorial español, pero sigue siendo una costumbre muy arraigada sobre todo en el ámbito anglosajón. Recientemente ha aparecido el cuarto tomo -aunque el segundo y el tercero aún están en marcha- de la segunda serie de la obra completa del arquitecto inglés Norman Foster (publicada por el propio estudio y la editorial Prestel), que incluye sus creaciones durante la década de 1990. Igualmente, se acaba de publicar el volumen 4 de la obra completa del norteamericano Richard Meier (de Rizzoli International), con la que el estudio celebra sus cuarenta años de actividad, y que recoge sus obras y proyectos del periodo 2000-2004.

En el ámbito latinoamericano, también hace poco han aparecido monografías de dos veteranos maestros mexicanos. La primera (publicada por Área Editores) abarca la producción reciente de Ricardo Legorreta, ya en colaboración con su hijo, mientras que la segunda (de Arquine + RM) expone la obra completa de Teodoro González de León durante sus más de cincuenta años de ejercicio profesional.

Pero frente a estas monografías en formato grande, en España están apareciendo una serie de libros en formatos generalmente pequeños, que muestran la producción de estudios de arquitectura bastante jóvenes o que acaban de alcanzar cierto éxito profesional. Un ejemplo de ello es la colección Monoespacios (editada por la Fundación COAM), que en lo que llevamos de 2005 ha publicado la obra del estudio MTM (Javier Fresneda y Javier Sanjuán) y la de la pareja Paredes-Pedrosa. Y en esta misma línea están los libritos de la editorial Rueda dedicados a José Morales y Sara Giles (MGM: en favor de una arquitectura instalada) y a María José Aranguren y José González Gallegos (Acciones). En algunos casos, se trata más bien de "autoediciones" impulsadas por los propios arquitectos para promocionar su carrera docente y profesional, como en el caso de las de Carmen Espejel, Olmos Ochoa o De Lapuerta + Asensio.

En el ámbito de la escala urbana, la editorial Gustavo Gili ha publicado recientemente dos libros que ofrecen interesantes puntos de vista. En Ciudad hojaldre: visiones urbanas del siglo XXI, Carlos García Vázquez ofrece cuatro perspectivas de la ciudad actual y su proyección hacia el futuro, ejemplificadas en sendos casos concretos: culturalista (Berlín); sociológica (Los Ángeles); organicista (Tokio) y tecnológica (Houston). Por su parte, Zaída Muxí estudia en La arquitectura de la ciudad global las repercusiones que el proceso de globalización económica está teniendo en la configuración urbana, y aplica sus análisis al caso concreto de Buenos Aires.

Un campo que en los últimos tiempos también está teniendo cierta fortuna editorial es el de los escritos de los propios arquitectos, aunque no sean consumados autores de textos. En las librerías de arquitectura pueden encontrarse actualmente un par de novedades: Pensar la arquitectura, del suizo Peter Zumthor (colección Arquitectura con Textos, Gustavo Gili), y Hubiera preferido invitarles a cenar, del catalán Elías Torres (PreTextos).

Otro formato clásico del libro

de arquitectura es la guía para visitar edificios. En cuanto a datos documentales, el libro impreso ya no puede competir con la capacidad de los soportes informáticos, pero cuando se está de viaje suele ser mucho más práctico un libro de bolsillo que un ordenador portátil. Para compaginar ambas cosas, la Fundación Arquitectura Contemporánea (Córdoba) ha iniciado una colección de Itinerarios de Arquitectura con una guía para visitar las obras de José María García de Paredes que consiste en un CD y un librito del mismo tamaño. De este modo, se puede planificar el viaje en casa, con el ordenador, pero luego llevar el libro en un bolsillo para no perderse: como siempre ha pasado con las buenas guías.

Y en cuanto a las traducciones de obras fundamentales, la novedad más destacable es sin duda la publicación del Libro de los pasajes de Walter Benjamin (Akal), una colección de reflexiones del pensador alemán que contiene sutiles referencias a la arquitectura y que ha tardado demasiado tiempo en verterse al castellano.

Pero tal vez el dato editorial más singular de los últimos meses es que han aparecido varios libros que vuelven a centrarse en el estudio de la arquitectura "moderna", entendiendo con este término la profunda transformación que se produjo desde principios del siglo XX y, en especial, entre las décadas de 1920 y 1960. Entre estos libros cabe destacar los de dos prestigiosos críticos e historiadores ya veteranos: Alan Colquhoun y Christian Norberg-Schulz. Del primero acaba de aparecer La arquitectura moderna: una historia desapasionada (Gustavo Gili), que constituye el último repaso crítico del Movimiento Moderno, enfocado con la perspectiva distanciada y relativa que proporciona el paso del tiempo y la madurez crítica. De Norberg-Schulz se ha publicado Los principios de la arquitectura moderna: sobre la nueva tradición del siglo XX (Reverté), en donde las innovaciones modernas se ordenan en nueve apartados y se ponen en relación con los antecedentes premodernos y con los consecuentes posmodernos. Con un enfoque más restringido, en Las formas ilusorias en la arquitectura moderna (Tanais) Antón Capitel sigue el hilo conductor de la imaginación de los arquitectos modernos y su plasmación en formas concretas con independencia de que se hayan hecho realidad o no.

En resumen, aunque la actualidad sigue siendo el tema estrella de los libros de arquitectura, resulta significativo que la gran revolución del Movimiento Moderno continúe aportando material de reflexión para el desarrollo de la nueva arquitectura del siglo XXI.

'Plug-In City, 1962-1964', de Peter Cook (Archigram).
'Plug-In City, 1962-1964', de Peter Cook (Archigram).

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