EE UU acusará a Pekín de manipular su divisa con fines comerciales si no flexibiliza el tipo de cambio
Washington advirtió a Beijing de que será acusado de manipular su divisa con intención de lograr una injusta ventaja comercial en caso de que no cambie rápidamente su sistema de tipos de cambio, lo que supone la declaración más dura sobre este asunto realizada por Estados Unidos hasta el momento.
La Administración estadounidense ha estado presionando desde hace dos años a China para que deje de relacionar su divisa, el yuan, con el dólar. Los manufactureros estadounidenses y otros sectores, incluidos los legisladores republicanos y demócratas del Congreso, denuncian que el sistema de divisas chino pone sus negocios en posición de desventaja y ha repercutido en la supresión de puestos de trabajo en Estados Unidos.
El Departamento del Tesoro aprovechó su informe semestral ante el Congreso para lanzar esta advertencia a China. En todo caso, cuidó las formas a la hora de acusar a China de haber incurrido en prácticas injustas relacionadas con el tipo de cambio. Sin embargo, poco después el Gobierno estadounidense abandonó las cautelas y aseguró que Beijing será considerado manipulador de divisas si no adopta rápidamente un sistema flexible de cambio.
Mientras, el Banco Popular de China (Central) tiene previsto autorizar hoy el intercambio de ocho nuevos pares de monedas. Siete bancos tendrán el derecho de efectuar los cambios de moneda, que anteriormente sólo podía realizar el Banco Central. Hasta ahora el único intercambio autorizado de divisas era entre la moneda china y el dólar estadounidense, el dólar de Hong Kong, el yen y el euro.
Con la nueva medida, siete monedas se podrán cambiar por el billete verde: el euro, el dólar australiano, la libra británica, el yen, el dólar canadiense, el franco suizo y el dólar de Hong Kong. También se intercambiarán el euro y el yen.
