Despedido por imprudente

Protagonista de tres accidentes en seis citas del Campeonato del Mundo de Rallies -en Montecarlo, Cerdeña y, el pasado fin de semana, Chipre-, el belga François Duval, de 24 años, piloto de Citroën, no estará en la próxima prueba, que se disputará en Turquía entre el 3 y el 5 de junio. Los responsables de la marca francesa prescindieron de él y, con carácter excepcional, recurrieron a Carlos Sainz, ex campeón mundial y retirado desde noviembre, para disputar la séptima carrera de la competición.

Guy Fréquelin, el director de Citroën, no dudó en tomar la drástica decisión después de que el copiloto de Duval, Stéphane Prévot, harto de tantos percances, anunciara su deseo de no correr más a su lado: "Stéphane ya no tiene ninguna confianza en François". El problema para Frequelin es que Sainz ha descartado su propuesta de disputar las diez pruebas que quedan del calendario -incluso le ofrecieron que compitiera únicamente en tres-, y sólo estará en Turquía como "un favor", puesto que sus proyectos se centran en el próximo Rally Dakar.

El copiloto dice que ha perdido la confianza en Duval porque éste no le hace caso

Duval fue precisamente el sustituto de Sainz al volante de uno de los coches franceses cuando el español puso fin a su carrera deportiva hace siete meses. El belga, mientras tanto, debutó en el Mundial en 2003 de la mano de Ford.

A Citroën se le ha acabado la paciencia con Duval a causa de sus continuos errores, que privaron al equipo de sumar puntos importantes en el campeonato por equipos. La situación del belga empeoró el pasado viernes por el accidente que sufrió en la penúltima especial de la segunda etapa de Chipre. Duval y su copiloto Prévot pudieron abandonar el coche por su propio pie tras chocar contra un árbol. Ellos no sufrieron daños personales, pero el vehículo ardió, circunstancia que obligó a la intervención de los bomberos, que forzaron a la organización a interrumpir la carrera.

Chipre era la sexta prueba de las 16 que componen el Mundial de rallies. En sólo cuatro meses, Duval ha irritado a Citroën. En la primera prueba del campeonato, en Montecarlo, tuvo un buen debut en la primera etapa, pero su buen hacer se truncó en la segunda cuando sufrió un accidente al atacar muy fuerte las numerosas curvas de la carretera.

Escarmentado, el belga levantó el pie del acelerador sobre la nieve del Rally de Suecia y consiguió acabar el 12º, puesto que otorgó el único punto para Citroën después de que el líder del equipo, el francés Sébastien Loëb, actual campeón del mundo, rompiera el motor de su coche.

Prévot ya se quejó de la falta de coordinación con Duval en el Rally de Cerdeña. El copiloto denunció entonces al conductor por no atender las indicaciones del manual de ruta que le iba cantando sobre la marcha. "Llegamos muy deprisa a una curva", argumentó Prévot. "Derecha 80", le dije. "Y, viendo que François no frenaba y no percibía el peligro, le volví a repetir: '¡80! ¡80!'. Desgraciadamente, ya fue demasiado tarde".

"He hecho muchas tonterías, es verdad", reconoció Duval al saber que Citroën prescindía de sus servicios; "debo comprender que no corro por mí, que no hace falta rivalizar con Loëb, mi compañero, y sí competir para el equipo. En Chipre fue una salida estúpida que podía haber evitado".

A la espera de que Citroën le encuentre un sustituto definitivo, Sainz competirá en Turquía, una carrera que ganó en 2003.