Iberia presenta un plan de ahorro de 600 millones que incluye la congelación salarial
La compañía estudia nuevos ajustes de costes en el Plan Director 2006-2008
Iberia ha empezado a desvelar alguna de las medidas que intenta llevar a cabo en su nuevo Plan Director 2006-2008. La compañía quiere conseguir un ahorro de costes de entre 550 y 600 millones de euros al final de ese periodo. Aproximadamente 150 millones los conseguirá por una mejor eficiencia de la flota en el consumo de combustible. Otra parte tendrá que venir de la moderación de los salarios, según ha afirmado el consejero delegado, Ángel Mullor. La compañía planteará a los sindicatos la congelación salarial en 2006, medida que ya ha aplicado a 156 directivos.
Iberia está afilando las tijeras para los próximos tres años. La compañía quiere conseguir un ahorro de hasta 600 millones de euros acometiendo una serie de medidas que procuren recorte de costes y mejora de ingresos para no entrar en pérdidas a finales de 2008. Por ello, pese a que registra beneficios desde hace nueve años y a que este ejercicio marcará récord de resultados por los más de 600 millones de euros de plusvalías que ha conseguido con la venta de Amadeus, está diseñando un plan director que no afloja en las exigencias. De momento, para el año que viene la compañía plantea a toda la plantilla -25.000 trabajadores- la congelación salarial, una medida que ya ha aplicado a 156 directivos, según manifestó este fin de semana el consejero delegado Ángel Mullor a un grupo de periodistas con motivo de la inauguración de la línea Madrid-Moscú.
Más productividad
Suponiendo una inflación del 2%, la congelación procuraría un ahorro de 28 millones de euros sobre un coste total de la plantilla de 1.400 millones. Según Mullor, el capítulo laboral es prácticamente el único en el que se pueden recortar costes, que considera altos en relación con la competencia y que no se han modificado en razón de los buenos resultados que ha ido consiguiendo la compañía y de las condiciones de trabajo heredadas.
Iberia tiene en este momento por negociar los convenios colectivos de tierra y vuelo. Según afirmó Mullor, tanto en handling (trabajadores de tierra en los aeropuertos) como en el colectivo de tripulantes de cabina de pasajeros (excepto los de nuevo ingreso) el problema es que "están fuera de mercado", lo que implica una "modificación salarial más drástica". Sin embargo, en el colectivo de pilotos, con quien el enfrentamiento se ha producido incluso antes de formalizar la mesa de negociación, el problema más que en el salario se centra en el aumento de la productividad.
De momento, Iberia planteará a los sindicatos la congelación de los sueldos para el año que viene, una medida que UGT ya indica que no va a aceptar, mientras CC OO critica las declaraciones del consejero delegado "más efectistas que efectivas y que generan un clima de nerviosismo". Los dos sindicatos han manifestado también que oficialmente no saben nada todavía de la propuesta.
Al margen del elevado precio del petróleo, que supondrá un sobrecoste de 20 millones de euros en el segundo semestre de este año, los retos más importantes que afronta la compañía son la competencia del AVE y de las compañías de bajo coste. Iberia calcula que sólo el tren de alta velocidad a Barcelona le quitará entre el 20% y el 30% del mercado que tiene en el puente aéreo y acabará con la demanda de los vuelos con reserva, que ahora suponen el 40% de la línea. "Es muy difícil competir con un AVE que no tiene que pagar las infraestructuras y con unas compañías de bajo coste subvencionadas", dijo Mullor.
Necesidad de crecer
Según el consejero delegado, Iberia no tiene más remedio que crecer. Diseñar cómo hacerlo es lo que se plantea en el nuevo plan director, que espera tener listo para septiembre, y en el que el ahorro se cifra en 600 millones de euros con los supuestos del precio del petróleo situado entre los 40 y los 45 dólares por barril, un IPC de entre el 2% y el 3% y un tipo de cambio de 1,25 euros por dólar. Esta cifra de ahorro supone tres veces los beneficios conseguidos el año pasado.
Para crecer la compañía está estudiando todo tipo de medidas, desde la creación de nuevas marcas, y la posibilidad de nuevos escalafones laborales, hasta la adquisición de compañías aéreas.
Para ahorrar, Iberia cuenta ya con el menor consumo de combustible que le permitirá la nueva flota -150 millones de euros- pero, además de en los costes laborales, piensa apretar en los de comercialización. La compañía estudia eliminar prácticamente la comisión a las agencias de viaje e, incluso, aumentar el número de asientos por avión. Igualmente, se queja del coste de las centrales de reserva "muy caros y que aún están por tocar".
Mullor afirmó que el mercado ha sufrido un "cambio radical" y auguró que ninguna compañía sobrevivirá sin cambios. Iberia ha puesto en revisión todo su modelo de negocio.
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