La reforma del Estatut se complica tras las acusaciones mutuas entre PP y PSPV

La reforma del Estatut se complica día a día. Populares y socialistas se acusaron ayer mutuamente de buscar el fracaso de la reforma, pendiente únicamente de la inclusión de la Agencia Tributaria Valenciana. El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que hoy se entrevistará con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, comparó ayer al secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, con el presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, Josep Lluís Carod-Rovira. Los socialistas, por su parte, acusaron al líder del PP, Mariano Rajoy, de torpedear el acuerdo.

Los dos principales partidos siguieron ayer preparándose para escenificar la, cada vez más probable, ruptura de las negociaciones sobre la reforma del Estatut, después de que el debate sobre el Estado de la Nación se tradujera en una ruptura de puentes entre socialistas y populares.

El presidente de la Generalitat, Francisco Camps, que en principio tiene previsto reunirse con Pla a finales de esta semana para cerrar definitivamente las conversaciones sobre la reforma del Estatut, fue ayer muy duro: "Entre Carod-Rovira y Joan Ignasi Pla los objetivos son exactamente los mismos, paralizar la Comunidad Valenciana".

El jefe del Consell aseguró que tanto en la cuestión del agua, como en las señas de identidad de los valencianos y en su objetivo de impedir que el PP siga gobernando en la Comunidad Valenciana el PSPV y ERC mantienen "los mismos objetivos, los mismos planteamientos y el mismo discurso coincidente". Camps se reunió ayer con el presidente del PP de Zaragoza, Domingo Huesa, con quien analizó la situación política y la situación de las infraestructuras que interesan a los dos territorios. Camps manifestó que tanto la Expo Universal de Zaragoza como la Copa del América cuentan con una "falta de apoyo económico del Gobierno de España".

Casi simultáneamente, en la sede regional del PP, el vicepresidente del Consell, Víctor Campos, acusó a los socialistas de "estar engañando y estafando en temas como el agua, las señas de identidad y la reforma estatutaria. Campos sentenció que "la reforma del Estatut está abocada a ser una nueva estafa para los valencianos".

El número dos del Consell manifestó que tiene la impresión de que los socialistas "están buscando excusas de última hora para conseguir que no se alcance una reforma estatutaria que sea ejemplo" para el resto de España. Víctor Campos, en línea con lo apuntado por Camps, indicó que los intereses del PSPV, el PSC y ERC coinciden.

Las manifestaciones del vicepresidente del Consell fueron respondidas por el portavoz adjunto del Grupo Socialista en las Cortes Antoni Such, que dijo que el único que está estafando "con la propaganda y la mentira es el gobierno de Camps".

Antoni Such reclamó al presidente del Consell que decida entre lograr una reforma "digna para los valencianos" o seguir a "la derecha radical" de Mariano Rajoy, al que acusó de torpedear las negociaciones sobre el Estatut.

"Los socialistas valencianos apostamos por un Estatut de máximos y si Campos y su gobierno no están por eso deberían decirlo claramente", prosiguió Such, que tachó de "auténtica vergüenza que el PP se niegue a una reforma que persigue incrementar la capacidad económica de la Generalitat", en referencia a la Agencia Tributaria.

Los reproches los cerró el portavoz adjunto del Grupo Popular Rafael Maluenda que acusó a los socialistas valencianos de supeditarse a la presión del tripartito catalán.

"Si los socialistas no tienen permiso de Madrid, o de Cataluña, para sacar adelante una reforma del Estatut que está prácticamente cerrada, que no busquen más excusas y lo digan claramente, pero que no acusen ni culpen a los que estamos poniendo todo nuestro empeño para que la reforma de nuestra Carta Magna sea la que nuestra Comunidad y sus ciudadanos necesitan", insistió Maluenda.