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Los episodios polémicos

- El bar Bemba.

Este bar anunció en septiembre de 2003 que era la última noche que abría sus puertas. Una fiesta de despedida que acabó con una persecución policial por las principales calles de Sabadell, con 11 detenidos y una veintena de heridos entre jóvenes y policías.

Una numerosa dotación de la policía local, encabezada por Manuel Bustos, su hermano Francisco Bustos, responsable de la Guardia Urbana por aquel entonces, y otro concejal, Josep Ayuso, se presentó en el lugar alegando que habían recibido quejas de los vecinos. Se dialogó, el bar cerró y la policía se fue.

Sin embargo, a los pocos minutos empezó una batalla campal entre policías y jóvenes, esta vez sin la presencia del acalde Manuel Bustos. La trifulca acabó con 11 detenidos, que a la mañana siguiente salieron en libertad con cargos. Francisco Bustos y Josep Ayuso están imputados en el caso, al igual que el barcelonista Oleguer Preses.

- El zoo. A finales del 2002 el Ayuntamiento de Sabadell lanzó una campaña a favor del traslado del zoo terrestre de Barcelona a la ciudad. Al final, todo se ha quedado en nada; pero se recogieron más de 10.000 firmas y se implicó a más de 300 comercios y empresas locales.

Los firmantes del manifiesto aseguran que en aquel momento "se presionó a las entidades para que dieran su apoyo a la iniciativa. A los que no estábamos a favor de ésta, nos tildaron de antisabadellenses y retrógados".

Los skins. La Plataforma Antifascista de Sabadell ha abandonado la Comisión por la Convivencia. También lo ha hecho la Entesa per Sabadell. Esta comisión fue creada en marzo del año pasado para combatir las agresiones protagonizadas por grupos de skins-heads.Las agresiones empezaron a salir a la luz pública en 1999, cuando un grupo de cabezas rapadas neonazis apaleó a un joven estudiante negro de 15 años. También hubo varios ataques al Ateneu de los Insurrectos, donde se reunían grupos alternativos. En marzo del año pasado la Federación de Asociaciones de Vecinos de Sabadell, algunos jóvenes de los movimientos alternativos y padres de jóvenes agredidos por la violencia de estos grupos fascis- tas, convocaron a la prensa para denunciar que, tras cuatro años de goteo de agresiones, se estaba llegando a una situación límite y reclamaron al consistorio que condenara las agresiones sin ambigüedades y facilitara las denuncias y el apoyo a las víctimas. Fue entonces cuando se creó el Pacto por la Convivencia, después llamado Comisión, para luchar contra la violencia protagonizada por los skins.

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