"En esta sociedad, quien se para retrocede"

Juan Manuel Suárez Japón es, desde el pasado martes, el nuevo rector de la Universidad Internacional de Andalucía (Unia). Nacido en Coria del Río (Sevilla) hace 59 años es socialista en el más puro sentido del término, siempre ha tenido en cuenta que lo suyo es paliar el desequilibrio social. Catedrático de Geografía Humana, llega a su nuevo puesto con una "ilusión renovada". Impartió sus primeras clases en 1973 en Córdoba y, desde entonces, entrar en un aula es lo que más le satisface; tanto que el mismo lunes -un día antes de su toma de posesión- acudió puntualmente a su cita con los alumnos de la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla. Su carrera política comenzó en 1984 cuando el entonces consejero de cultura, Javier Torres Vela, lo nombró director general del Libro, Bibliotecas y Archivos. Suárez Japón sustituyó a Torres Vela al frente de la Consejería de Cultura entre 1990 y 1994 y a él le siguió José María Martín Delgado. El círculo se ha cerrado ahora en esta sucesión de casualidades políticas porque Suárez Japón toma el relevo de Martín Delgado, quien ha estado al frente de la UNIA desde su creación en 1994.

"La Unia es también para los profesionales de cualquier sector"

"Habría que prestarle más atención a la riqueza poética del flamenco"

Pregunta. ¿Cómo le explicaría a un profano qué es la Universidad Internacional de Andalucía?

Respuesta. Nace cuando yo formaba parte del Gobierno con una ley que crea las nuevas universidades andaluzas (Almería, Huelva y Jaén) y en la que se encontró una solución para vincular a una sola entidad a las dos sedes que ya existían: la Antonio Machado de Baeza (Jaén) y La Rábida (Huelva). Tomando como punto de partida esos precedentes tan valiosos, Martín Delgado ha configurado y consolidado el proyecto con la sede de Sevilla en el monasterio de La Cartuja y con la próxima que se creará en Málaga.

P. ¿Y quiénes son los alumnos de la Unia?

R. Son universitarios, pero también no universitarios, está abierta a toda la sociedad civil. Hay que borrar la imagen que tienen algunos de que es una institución creada para dar cursos de verano, porque además de un centenar de cursos estivales se organizan actividades durante todo el año. Si algo tengo claro es que debe ser una universidad muy abierta pero con un criterio selectivo rígido en el que prime la calidad. No puede convertirse en un escaparate de Andalucía, sino es autoexigente con los contenidos que imparte.

P. ¿Está entre sus objetivos la formación continua de los ciudadanos que propone la Unión Europea?

R. Esa debe ser una de nuestras prioridades. La Unia no es sólo para los estudiantes, sino también para los profesionales de cualquier sector. He sido siempre un defensor del reciclaje y estoy de acuerdo con la idea de la formación continua. Cuando yo estudiaba teníamos profesores que llegaban año tras año con los mismos papeles, apuntes amarillos manchados de café; ahora la sociedad cambia a tal velocidad que el que se para, retrocede y se convierte en una especie nueva de analfabeto.

P. ¿Qué le ha encargado el presidente de la Junta, Manuel Chaves, cuando le nombró rector de la Unia?

R. Una de las principales ideas del presidente, que ya ha puesto en marcha el anterior rector José María Martín Delgado, es ampliar y consolidar las colaboraciones con universidades e instituciones de Iberoamérica y el Magreb. Chaves dijo en su discurso de mi toma de posesión que éstas son "dos zonas estratégicas para nosotros, en las que queremos estar cada vez más presentes y cooperantes, a fin de promover el diálogo cultural, la estabilidad política y el desarrollo económico y social". Hoy la cooperación no se entiende sólo como la aportación de bienes materiales, sino que es algo más trascendente, es la transmisión de conocimientos.

P. Usted es un gran aficionado y acaba de publicar el libro Escritos flamencos, durante los últimos meses su nombre ha sonado para ocuparse de la dirección de la Bienal de Flamenco de Sevilla...

R. No me han hecho una propuesta formal porque el alcalde de Sevilla conocía mi actitud. Yo nunca he querido dirigir la Bienal; primero, porque creo que no sirvo para eso, y segundo, porque tengo muchos amigos artistas y nunca he tocado nada que tenga que ver con sus intereses.

P. ¿Estará el flamenco presente en la Unia?

R. Como rector considero que es una obligación de esta universidad, que goza de la libertad de no tener ataduras de academicismos y titulaciones. Tenemos que darle al flamenco un espacio importante, siempre desde la calidad, y poner en valor una cultura que fuera de España tiene una aceptación extraordinaria. En la Unia ya se imparten talleres de flamenco pero, por ejemplo, habría que prestarle más atención a su riqueza poética. No se puede decir más con menos. Es puro conceptismo, no se puede ser más quevediano.

P. Usted ha sido diputado del PSOE por Cádiz durante una década, director general, consejero de Cultura , pero desde mediados de los noventa volvió a la docencia ¿Le ha costado mucho dejar las aulas otra vez?

R. Si, mucho. Pero la verdad es que ahora tengo la sensación de haber recuperado una ilusión y un estimulo muy fuerte. Cada vez que en la universidad he tenido un mal momento lo que siempre me ha salvado ha sido ese instante en el que llegas al aula y ves las caritas de los alumnos y te dices: ellos no tienen culpa de nada. La verdad es que me gustaría seguir haciendo algo, si el cargo no me lo impide. No voy a dejar de ser lo que soy, un geógrafo apasionado por su trabajo, durante los tres o cuatro años que esté al frente de la Unia. Esos años se acabarán y yo volveré a mis clases.

P. Está en trámite la ley que permitirá el nacimiento de la Universidad Fernando III, que será la primera universidad privada de Andalucía.

R. Soy, por convicción, un defensor de lo público; aunque todo lo que sea el ejercicio de las libertades, en plural, me parece bien. Así que el nacimiento de una universidad privada es un síntoma de que Andalucía es una sociedad con libertades.