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Reportaje:

La política de la incomunicación

Socialistas y populares han roto todos los canales de comunicación

Los dos principales partidos de Andalucía, PSOE y PP, no mantienen ningún canal de comunicación e interlocución abierto más allá de los puramente formalistas que se establecen en el Parlamento. Ningún miembro del Gobierno andaluz, del grupo parlamentario y de partido socialista tiene a un espejo en el Partido Popular, alguien a quien llamar para algo tan necesario en política como es dialogar, en una legislatura crucial marcada por el mayor reto político de los últimos años como es el de la reforma del Estatuto de Autonomía.

La quiebra entre los líderes de ambas formaciones, Manuel Chaves y Javier Arenas, no sólo se da en el terreno político, sino también en el personal, a juicio de dirigentes socialistas y populares. Y esa falta de sintonía se traslada, salvo muy contadas excepciones, a todos los escalones inferiores.

La quiebra entre los líderes de ambas formaciones no sólo se da en el terreno político, sino también en el personal
El único nexo, en la actualidad, entre PSOE y PP se llama Juan Ojeda, el ex secretario general de los populares

El único nexo, en la actualidad, entre PSOE y PP se llama Juan Ojeda, el ex secretario general popular, que desde su retiro cordobés actúa de enlace cuando uno u otro quieren hacer llegar mensajes a su adversario. Ojeda está siendo una pieza clave en la posición que mantiene el PP para la normalización de Cajasur, una vez que la entidad financiera cordobesa ha vuelto a la tutela de la Junta de Andalucía. También, en menor medida, en las negociaciones sobre el Consejo Audiovisual, al que aspira a propuesta del PP, e incluso intercedió, por encargo de Arenas, a última hora para intentar enganchar al PP al acuerdo de impulso democrático.

Al principio de la legislatura PSOE y PP intentaron mantener los canales de comunicación activos. Chaves y Arenas se entrevistaron formalmente en una par de ocasiones y mantuvieron otros encuentros reservados que no trascendieron. El consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, el secretario general del PP, Juan Ignacio Zoido, los portavoces parlamentarios Manuel Gracia y Antonio Sanz mantuvieron entonces un diálogo fluido sobre diversos asuntos (RTVA, Consejo Audiovisual, Consejo Consultivo).

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El PP quería tener un trato preferencial, como principal partido de la oposición, en los acuerdos con el Gobierno, y el presidente de la Junta y secretario general de los socialistas accedió a ello. En una reunión de la ejecutiva socialista, Chaves pidió a los suyos que hicieran esfuerzos por engrasar las relaciones con las que Arenas conseguiría romper esa imagen, que los socialistas habían trasladado con tanta insistencia en las dos pasadas legislaturas, de ser el responsable de lo que el PSOE llama el "maltrato" del Gobierno de Aznar a Andalucía. El hombre del "a Andalucía ni agua".

"La verdad es que nos creímos que era posible, que Arenas intentaba romper esa imagen, pero cuando vio la primera oportunidad de que nos podía hacer daño, con los estatutos de los ex presidentes y las cesantías de los altos cargos, se fue todo al traste. Con los socialistas, Arenas actúa como los ludópatas cuando ven las luces y oyen los sonidos de las maquinitas", afirma el secretario de Organización, Luis Pizarro.

Zoido asegura que la interlocución con el PSOE fue "magnífica" en el primer tramo de la legislatura, pero que todo se truncó de forma abrupta a partir de la decisión del PP de apartarse del consenso sobre las medidas de impulso democrático. El dirigente del PP destaca que en el estatuto de los ex presidentes y en las cesantías hubo tiras y aflojas, pero que se celebró una reunión en la que se llegó a un punto de encuentro. En esa cita, según Zoido, se abordaron no sólo estas dos cuestiones, sino otras como el gobierno de la Diputación de Almería, que el PP había perdido, el Consejo Audiovisual y Canal Sur. "Por sorpresa, poco después el grupo parlamentario nos dice que no, que hay que empezar de cero", afirma Zoido. "A partir de ahí, todo es imposible", añade.

Pizarro muestra cierta preocupación por el modo en qué afectará a Andalucía la decisión de Mariano Rajoy de cuestionar la política antiterrorista del Gobierno, el único asunto en el que siempre han ido de la mano los dos principales partidos en España. "El PP intenta poner en marcha la misma estrategia que en 1993 y 1996 con Felipe González y el radicalismo de Rajoy va a estrechar aún más la pequeña posibilidad de acuerdo en asuntos como los territoriales", afirma Pizarro. El número dos socialista ve "muy difícil y ahora aún más" un acuerdo con el PP sobre la reforma del Estatuto, un debate en el que, a su juicio, los populares están bastante incómodos. "Se han metido en él porque no tienen más remedio, pero no ven el debate como necesario".

En las dos sesiones celebradas hasta ahora de la ponencia quien se ha leído y estudiado las propuestas por parte del PP no es ninguno de sus tres ponentes, sino Rafael Salas quien asiste a ellas como miembro de la mesa de la Comisión de Desarrollo Estatutario. "Salas es de los que se cree lo que hace, su trabajo, ¿pero es esa la posición de Arenas? Yo creo que no y que tiene decidido que su grupo parlamentario no acuerde nada sustancial con el PSOE", mantiene Pizarro.

Zoido, ausente del Parlamento al igual que Arenas, mantiene la teoría de que es posible el acuerdo en esta materia y señala que las propuestas estatutarias del PSOE y PP coinciden "en un 90%". Esta afirmación contradice a una anterior del portavoz popular, Antonio Sanz, quien tras una reunión preparatoria de la comisión hace dos semanas sostuvo que "aparentemente hay coincidencias, pero no las hay", lo que abre la interrogante sobre verdadera posición del PP en cuanto a la reforma. Zoido intenta zanjar cualquier duda sobre la actitud de su partido ante el cambio estatutario. "Nosotros sabemos que tenemos que estar en la reforma y lo ideal es lograr la unanimidad".

Zoido no cree que la ruptura entre PSOE y PP en Madrid pueda tener su proyección en Andalucía y lo explica así: "Aquí, peor no puede ir".

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